Mateo 5:20 ¨ Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.¨
Amados, felicitaciones por seguir estudiando la palabra de Dios, y, por estar mostrando constancia en el camino a la salvación, este tipo de practicas mejoraran nuestras vidas, llevándonos a brindar al prójimo un ejemplo de obediencia a la voluntad de Dios, el cual despertara en ellos el deseo por seguir a Cristo para llegar al Padre Celestial. Compartamos este material, para bendecir a nuestro prójimo.
Los escribas y fariseos eran lideres religiosos de aquel tiempo, y, eran considerados personas justas, por lo menos ellos se creían muy justos, pero la cuestión es que la justicia de ellos estaba centrada únicamente en una cuestión de obediencia externa, ellos se preocupaban mucho con la letra de la ley, y, no con el espíritu de la ley, ellos se preocupaban con actos, pero ignoraban las motivaciones, los motivos, sabemos que nuestras motivaciones son los motivos que están por detrás de nuestras acciones, pero los discípulos quedaron asustados porque ellos tenían la idea de que los escribas, y, fariseos eran muy justos pero solo en la visión de los hombres y no en la visión divina, era como si Jesús les dijera ¨Ustedes deben correr más que los profesionales¨, los escribas, y, fariseos serian comparados a atletas profesionales, y, los discípulos de Cristo, corredores o atletas principiantes, era como que si Jesús les dijera ¨En la competencia contra escribas y fariseos, ustedes deben llegar primero, ustedes deben correr más, y, los discípulos se asustaron¨, los discípulos no entendieron que su justicia debía ser mayor que la de los fariseos, porque para Dios no bastan buenas palabras, o, buenas prácticas, para Dios es necesario que nuestras motivaciones sean puras, verdaderas, para Dios lo mas importante no es la practica de buenas obras, pero si los motivos que nos llevan a tales prácticas, para Dios las motivaciones valen mas que realizaciones, y, todo lo que hagamos debe ser por los motivos correctos, para Dios no basta que su pueblo tenga manos limpias, para Dios su pueblo requiere tener un corazón puro, Dios quiere transformar nuestros corazones, es una transformación de adentro para afuera, es claro que por dentro también cambia, pero el verdadero cambio se produce en nuestro interior, que Dios nos bendiga, y, que nuestra justicia, sea fruto de la presencia de Jesucristo en nosotros, el es la verdadera justicia, y, que transformados a la esencia de Cristo, vivamos una vida digna.
OREMOS:
Padre de amor, alabado seas por los siglos de los siglos, agradecemos todas las cosas que haces para nosotros, valoramos tu justicia, permítenos cumplir aiempre tus mandatos y ser siervos agradables a ti. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.