Génesis 25:32 “Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, gracia y paz, que la luz de Dios continúe radiante sobre nosotros y nuestras queridas familias, esta labor que venimos desempeñando de estudiar diariamente la palabra de Dios, rendirá sus frutos a futuro, pero actualmente compartamos esta bendición con nuestro prójimo mediante redes sociales y en nuestras acciones cotidianas.
Hoy vamos a estudiar un poco sobre la vida de Esaú, el significado de este nombre es ¨Peludo¨, Isaac y Rebeca eran padres de Esaú, pero cuando él nació no era único, tenía un hermano gemelo, llamado Jacob, a pesar de gemelo, Esaú era lo opuesto de su hermano Jacob, el relato describe que Esaú era hábil en la cacería, era un hombre de campo y Jacob era un sujeto quieto, sosegado, que vivía tranquilo en su tienda, un día Esaú estaba regresando a su casa desde la cacería bien cansado, y Jacob estaba preparando un asopado de lentejas, entonces Esaú le pidió a su hermano que le diera de ese guiso suculento, entonces Jacob le dijo que le vendiera su derecho de primogenitura, ¿Cuál era el derecho de primogenitura?, eso era la promesa de que el hijo nacido primero, este caso Esaú tenía derecho a una porción doble de la herencia, además el asumiría el papel de líder en su familia, y sería el sacerdote, de todo su clan. ¿Cuál fue la respuesta de Esaú a la oferta de su hermano?. Está contenida en el versículo que encabeza este material, y aconteció que Jacob le dio a Esaú de aquella comida, entonces Esaú comió y bebió, se levantó y salió y así Esaú despreció su derecho de primogenitura, ese era un derecho patrimonial, la primera reacción que se provoca al leer esta historia es: Confusión, así nos preguntamos: ¿ Como Esaú podía renunciar a su derecho de primogenitura por un plato de lentejas?, eso no tiene sentido, pero si pensamos bien nosotros hacemos lo mismo a veces, vivimos nuestras vidas pensando solo en lo que es inmediato, ignoramos el mañana, muchas veces buscamos lo que es pasajero, e ignoramos lo que es eterno, regresando a la pregunta que debemos responder hoy es: ¿Cuál ha sido nuestro plato de lentejas?. ¿Qué es lo que estamos cambiando por las bendiciones eternas de Dios?, no olvidemos lo que dice la primera carta de Juan, ¨El mundo pasa, pero aquel que hace la voluntad de Dios permanece para siempre¨, que Dios nos ayude y nos de sabiduría para que no nos ilusionemos con las cosas fáciles de este mundo, pero que nuestros corazones estén en el Señor y en las realidades eternas, porque recordemos que el mundo pasa, así como sus deseos, pero aquel que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
OREMOS:
Padre querido, pedimos que tengas misericordia de nosotros, tu sabes que muchas veces nos envolvemos en las cosas nocivas de este mundo, y despreciamos los valores eternos, los principios del cielo, pedimos tu compasión para que nos guíes por el buen camino. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.