Proverbios 7:25 “No se aparte tu corazón a sus caminos; No yerres en sus veredas.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Como es bueno poder percibir de Dios la gracia de vivir un nuevo día, que podamos disfrutar hoy de su presencia y que busquemos antes de salir de casa tener contacto con la biblia, recordemos compartir este mensaje con todos nuestros contactos y en todas nuestras interacciones.
En el imperio Romano, los emperadores tenían una urgente necesidad de mantener el orden, y ganar la confianza de las personas, con el objetivo de garantizar el mantenimiento del poder, para eso ellos le daban comida a la populación y promovían espectáculos públicos, ese método fue llamado irónicamente por el humorista y poeta romano Juvenal que vivió por vuelta del año cien, de política del pan y circo, entre los espectáculos públicos promovidos por el imperio estaban las luchas de gladiadores, esos guerreros eran por lo general prisioneros de guerra y esclavos los cuales eran colocados en las arenas romanas y la mas famosa de ellas era el coliseo, para luchar hasta que solo uno de ellos quedare vivo o en condiciones de seguir luchando, el proverbio de hoy sugiere que nosotros también tenemos que luchar, una lucha a ser desarrollada, ella no es contra gladiadores pero si contra el pecado, algunos cristianos interpretan de manera equivocada la gracia de Cristo, y creen que no requieren hacer ningún esfuerzo contra sus tendencias malas, pero para ser salvos todos los esfuerzos son de Cristo, pero la lucha diaria contra el pecado es tarea del pecador, aquel que todavía no esta preso al pecado debe hacer dos cosas según Salomón, la primera de ellas es evitar pensar en el pecado, para eso es necesario ocupar la mente con las cosas buenas, la segunda de ellas es evitar andar en el camino de la tentación, esas actitudes aunque parezcan simples, necesitan de un empeño por parte del Cristiano, pues ellas van en contra de nuestra naturaleza pecaminosa, pueden ser diversas las luchas que hayamos desempeñado en nuestras vidas, pero una cosa es verdad, no requerimos luchar solitos, el Espíritu Santo esta a nuestra disposición para hacer de nosotros vencedores en toda batalla, si en la arena de la vida la lucha esta fuerte, recordemos que los gladiadores el cielo y el emperador del universo están a nuestro lado en este momento por eso creamos y confiemos, pues en la sangre de Cristo la victoria era nuestra.
OREMOS:
Padre querido, gracias por la certeza de que en esta batalla espiritual nosotros no estamos solos, porque tenemos tu compañía y tu presencia por eso te alabamos, contribuye con nosotros siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen