2 Samuel 12:22-23 ¨ Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.¨
Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Felicidades por continuar perseverando en el estudio, y, reflexión bíblica, cada día falta menos para la segunda venida de Jesús, y, debemos estar preparados, para que destaquemos en ese momento, avancemos predicando, evangelizando y compartiendo este material, para llevar bendición a la vida de nuestro prójimo.
La cuestión aquí es que el hijo que tuvo David, con la mujer de Urias, con la que David había adulterado, Dios dijo que ese hijo moriría, como consecuencia del pecado de David, y, la biblia dice que por días, David oro y ayuno, no se alimentaba, y, clamaba a Dios que tuviese misericordia, que no permitiera que aquello ocurriera, pero ocurrió, y, es curioso que la biblia dice que los siervos de David cuando el infante murió, quedaron temerosos de darle la noticia, porque ellos pensaron así ¨Si antes de morir el infante, David sufría tanto, imagínense ahora si le decimos que murió¨, pero cuando David recibió la noticia, el fue a alimentarse, y, el fue a la casa del Señor a orar, allí los siervos de David dijeron ¨Rey ¿Cómo puedes estar tranquilo si el infante murió?¨ en ese momento David dijo las palabras del texto bíblico, entonces tranquilos siempre, no nos desesperemos por la muerte de un familiar, solo aceptemos y sometámonos a la voluntad de Dios, Dios es soberano, el conoce el fin desde el principio, y, sabe lo que es mejor para sus hijos, requerimos someternos a la voluntad de Dios, cuando Jesús estaba en el Getsemaní, minutos antes de su captura para la crucifixión, el dijo: ¨Padre si fuera posible, pasa de mi ese cáliz, son que yo beba¨, en otras palabras, Jesús le pedía a su Padre por otra manera de salvar a la humanidad, sin quitarle la vida, que no fuera por la muerte de Jesús, y, pedía a Dios para que diera ese medio, pero al no obtener respuesta, porque a Dios le gusta es que se haga su propia voluntad, Jesús concluye su oración diciendo ¨Hágase tu voluntad y no la mía¨, esto lo dijo Jesús tres veces, no teniendo opción sino aceptar la voluntad de Dios, Jesús fue crucificado, muerto, y, sepultado, pero no fue algo realmente malo, sino bueno, porque Jesús resucito, y, fue al cielo, pero ahora será mejor cuando nos reencontremos con él en su segunda venida, claro que si, por tanto, al tener este conocimiento, ya sabemos que es necesario aceptar la voluntad de Dios para que cosas mejores vengan a nuestras vidas.
OREMOS:
Dios Amado, ayúdanos a aceptar tu voluntad, cumplir tus ordenes, y, ser mejores siervos cada día, Autoriza este ministerio para seguir cumpliendo con este tipo de demostraciones de amor al prójimo. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen