Filipenses 2:3 “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;”
Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Llenos de jubilo iniciamos este día leyendo, analizando, reflexionando y compartiendo la palabra de Dios, es nuestra obligación cumplir el mandato de amor al prójimo, y nuestra necesidad como cristianos de ganar almas a los caminos de Dios, por eso es que precisamos de compartir este material por todos los medios posibles para llegar a más personas y lugares. Recordando a su vez, que la mejor manera de compartir la palabra de Dios es dando un buen testimonio con nuestros procederes y así reflejar su presencia en nuestras vidas.
Vanagloria está relacionada a convencimiento no siempre fundamentado en la realidad de los propios méritos, cualidades o talentos, para el diccionario de GOOGLE, es la ¨ Presunción u orgullo del propio valer. ¨. En la lengua griega en la cual fue escrito el nuevo testamento la palabra usada para vanagloria se relaciona a vanidad, a un excesivo orgullo vacío, esto era considerado algo vano porque no tiene sustancia, es falso, mentiroso y demás, no tiene durabilidad y no es capaz de realizar lo que pretende, el Apóstol Pablo afirma en uno de los pasajes de Corintios: ¨ ¿Quién es que hace que sobresalgamos? ¨, y, ¿Qué es lo que tenemos que no hayamos recibido?, y si lo recibimos ¿Por qué nos gloriamos?, como si no lo hubiéremos recibido. Nosotros no tenemos motivos para vanagloriarnos, al final todo lo que recibimos viene de Dios y nada conseguimos hacer por nosotros mismos, hasta la vida que hoy poseemos acabara si Dios no nos diere la vida eterna, el orgullo fue el sentimiento que lleno el corazón de Lucifer, y motivo a ese hermoso ángel a decidir apartarse de Dios, por considerar que estaba sobre Dios, el orgullo es el más completo estado de alma contra Dios, es un ego absurdo y absoluto, si nosotros somos personas orgullosas, que se consideran mejores que los otros, sepamos que eso es pecado, y que el enemigo está bordeando nuestros corazones cuando tenemos tal comportamiento, por eso pidamos a Dios hoy que nos ayude a considerar a los otros superiores a nosotros mismos o como esta estatuido en las disposiciones de los Derechos Humanos, ¨Todos somos iguales¨, pero vamos a asumir la postura de servicio y humildad que Cristo tuvo.
OREMOS:
Padre de amor, conduce todos nuestros procederes, ayúdanos a emprender nuestras acciones con humildad, aparta de nuestros corazones todo sentimiento de vanagloria, orgullo y aquellos sentimientos similares que nos pudieran colocar en un estado de acción contraria a tu palabra, pues queremos ser siervos agradables a ti. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen