19 de Septiembre: El contra nuestros enemigos

Salmos 35:1-4 ¨Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden;
Pelea contra los que me combaten.¨-¨
Echa mano al escudo y al pavés,
Y levántate en mi ayuda.¨ – ¨Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores;
Di a mi alma: Yo soy tu salvación.¨-¨ Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; Sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan.¨

 

 

Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Feliz día, que satisfacción es poder estar juntos para reflexionar en la palabra de Dios, debemos tener eso como una prioridad en nuestras vidas, comenzar nuestros días oyendo la voz de Dios mediante la biblia que contiene su palabra continuamos reflexionando sobre los salmos, continuaremos alimentándonos de la escritura y compartiendo el mensaje por todas las redes sociales y fuera de ellas en todas nuestras interacciones cotidianas.

 

Los salmos imprecatorios son aquellos que contienen una implicación, lo cual en este contexto quiere decir el deseo de que algo malo le ocurra a alguien, puede ser una plaga, una maldición, el salmo 35 es exactamente un poema de imprecación, es el clamor de angustia del salmista al ser perseguidos por hombres que fueron sus amigos, y ahora le retribuyen con expreso odio, algunos creen que el contexto de ese salmo fue la conspiración de Absalón y sus aliados, ese salmo puede ser dividido en tres partes, del verso 1 al 10 David hace una oración, del 11 al 18 la descripción de sus enemigos, del 19 a 28 una solicitud de intervención divina. Si nos hemos identificado con alguna de estas palabras, si ya hemos orado como David, podemos comprender el sentimiento de él, quien pide a Dios para contender, para pelear, para reprimir a todos los que eran contra él, en un lenguaje más popular se trata de una petición para que Dios procediera legalmente e hiciera prosperar a David, él pide que Dios se levante y actué contra quienes piden su mal. David está orando para que Dios solucione su problema. Recordemos que siempre que el verdadero poder de la oración fuera manifiesto, Dios podrá entender los deseos de nuestro corazón y hará lo mejor para nosotros, así que seamos sinceros con Dios.

 

 

 

OREMOS:

Padre de amor, gracias por hacernos saber que estar con nosotros en la batalla, que pelearas por nosotros que nos proteges del mal, contribuye con nosotros siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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