Eclesiastés 1:17 ¨Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu.¨
Amados, que placer tan grande, es que siempre estemos aquí reunidos, estudiando la palabra bíblica, Dios nos bendecirá en la medida en que pongamos en práctica sus mandatos, precisamos llevar la palabra al prójimo, y, brindar un buen ejemplo, para que podamos cumplir con nuestro papel de embajadores del reino celestial. Empecemos compartiendo este material, con nuestro prójimo.
Salomón tanteo la finitud de su vida y sintió un sabor amargo que no combinaba con la eternidad, todo ser humano debe aprender, estudiar, hacer una buena facultad si pudiera, no existe nada malo en eso, por el contrario crezcamos, busquemos aprender, pero sepamos que diploma no forma carácter, postgraduacion no perdona pecados, y, facultad de teología tampoco los perdona, ni garantiza a un verdadero pastor. Salomón fue un hombre sabio y bendecido por Dios, él fue elegido para ser el sucesor de su padre, el rey David, Salomón se convirtió en rey de Israel, y, se le dieron regalos, como sabiduría, éxito, y, riqueza, pero la historia nos enseña que él se perdió en su vida, tuvo relaciones con mujeres con costumbres contrarias a su fe, lo que lo llevo a adoptar la cultura y la creencia de esas mujeres paganas, él también acumulo riqueza y poder en exceso, lo que lo llevo a ser arrogante, y, confiado en su poder, en lugar de confiar en la sabiduría de Dios, la sabiduría de Dios, es diferente de la sabiduría humana, libera nuestra mente y corazones, y somos destituidos de nosotros mismos, convirtiéndonos en nuevas criaturas en Cristo Jesús, así lo dice el apóstol Pablo, cualquier fruta fuera de ese patrón, se pudre, recordemos que los fariseos eran los líderes religiosos de aquel tiempo, ellos se apoyaban en su propio conocimiento y cultura, que no reconocieron a Cristo como su Mesías, Seamos sabios, pero sabios en Dios, no dejemos que el orgullo invada nuestra mente, porque un brazo humano puede hacer muchas cosas, pero sin la dirección de cristo corremos un gran riesgo, de andar en círculos, como Salomón anduvo, la trayectoria de Salomón nos dice que incluso los más sabios y ricos pueden perder el camino de Dios, al final de su vida, el regreso a Dios, y escribió el libro de Eclesiastés, donde reflexiona sobre la importancia de temer a Dios, y, obedecer sus mandatos, por eso reevaluemos nuestros planes, nunca es tarde para regresar al camino correcto, y, buscar el perdón y la orientación de Dios, es lindo cuando tenemos la sabiduría y la humildad que Salomón tuvo, después de sus errores, después de haber andado por caminos oscuros, Salomón regreso a la luz, a obedecer a Dios. Nunca es tarde para regresar a los caminos de Dios, hoy es el tiempo de regresar a los caminos de Dios.
OREMOS
Padre querido, gracias por tu palabra, y, por esperarnos con los brazos abiertos, para regresar a tus caminos. Ayúdanos a seguir avanzando y a cumplir tu voluntad siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.