19 de Junio: La palabra que vino

 Lucas 3:1-2 “En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.”

 

 

Amados hermanos en la fe: Que el amor y la gracia de Dios estén con todos hoy. Este nuevo día es una ocasión bendita para crecer en nuestro conocimiento y comprensión de Dios, cumpliendo su santa voluntad y siendo un ejemplo para quienes nos rodean. Comencemos esta importante tarea compartiendo estas palabras de sabiduría y amor con todos aquellos que necesiten escucharlas.

 

 

 

Lucas se preocupa por localizarnos en el tiempo y en el espacio, y, el identifica a muchas autoridades, de aquel lugar en un tiempo determinado, eran nombres extraños, y, graciosos, en aquel tiempo delante de tantas autoridades que habían en Israel, la palabra de Dios vino a Juan hijo de Zacarías, en el desierto,  allí los más simples, cuyo corazón era temeroso de Dios, son los escogidos para la más noble misión dada a los mortales, la palabra de Dios no vino al rey, ni a las altas autoridades, la palabra de Dios, vino al más simple de todos, a Juan hijo de Zacarías, que vivía en el desierto, eso quiere decir que son los más simples los escogidos para la más noble misión, dada a los mortales, compartir el evangelio, las buenas nuevas de salvación. Escrito esta en 1 Corintios 1:26-29 ¨ Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.;¨,  la misión que nos ha sido dada es la de compartir el evangelio, vivamos esta vocación, y, cumplamos la voluntad de Dios.

 

 

 

 

OREMOS:

Padre de amor, gracias por todo, condúcenos a ejercer de manera correcta la vocación de compartir el evangelio, y, brindar un buen ejemplo para ganar almas y llevarlas a tus caminos, otórganos fuerza, y, animo para seguir perseverando. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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