17 de Septiembre: El socorro viene siempre del señor

Salmos 121:1 “Alzaré mis ojos a los montes;     ¿De dónde vendrá mi socorro?¨

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, estemos animados, llenos de esperanza porque cada día es un día menos para el regreso de nuestro Señor, lo importante es que estamos preparándonos, estudiando y orando para recibir las dadivas en su momento oportuno, continuemos actuando correctamente para que las bendiciones se hagan realidad en nuestras vidas. Compartamos este material para hacer que la cadena de bendición se extienda más y más.

El salmo 121, es un cantico de peregrinación en el cual personas que se dirigen por un motivo religioso comienzan a alabar, entonces en las fiestas de Israel cuando el pueblo iba a salir de sus casas para las caravanas que avanzaban para Israel, estaban el un momento de alegría donde entonaban este tipo de cantos, pues el pueblo iba a encontrarse con el Señor en el templo para ofrecer sus ofertas, sus sacrificios y acciones de gracias, pero siempre podía existir alguna inconveniencia o peligro en ese camino hacia Jerusalén, en aquel tiempo no habían automóviles ni vías asfaltadas, algunas partes del camino eran horribles y complicadas para pasar, mientras habían otras partes llenar de piedras pero que con paciencia ellos conseguían pasar, era común en esos tiempo que ciertos ladrones se ocultaran en la montañas para asaltar a las personas que por allí pasaban, pero e l pueblo tenía su sistema para viajar, de Dios ellos peregrinaban y de noche buscaban un lugar seguro para quedarse, así ellos hacían durante largos viajes,  en esas travesías, salmos como este reflejado al inicio, eran cantados para recordar que el pueblo estaba en la protección de Dios, esas era buenas oportunidades para que lo padre enseñaran a los hijos a confiar en Dios, a orar con constancia, al percibir el sol caliente que reposaba en sus cabezas, ellos se recordaban también de las nubes que los guiaban, las cuales les deban sobra sobre el pueblo cuando ellos caminaban, y cantaban, el señor es tu sombra y tu derecha, de dia no te molestara el sol ni de noche la luna, vocalizando este canto el viaje a Jerusales seria placentero, el salmo 121 y un llamado de atención que nos recuerda a que estamos en una caminada,  andando en una tierra extraña, llena de peligros y tentaciones, por causa del pecado pero estamos viajando para encontrarnos con Dios, ahora no en una jerusalen terrestre si no en una jerusalem celestial, donde esta vez estaremos conel, y es claro que la caminada de la vida es difícil, llena de ostentaciones, peligros, y hasta desiluciones pero al leer esta salmo, debemos recordarnos de Dios en todo momento, el no va a impedir que pasemos por situaciones difíciles, pero permitirá que progresemos delante e ellas, para que adquiramos capacidad, por eso oremos con alegría sabiendo que Dios nos salvara.

 

OREMOS:

 

Padre de amor, gracias por escucharnos hoy, por garantizarnos que el socorro viene de ti, que presisamos ser obedientes, por eso queremos cumplir tus disposiciones. Contribuye con nosotros Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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