Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, a las personas nos gusta compartir cosas buenas, hablando de esto hay algo que queremos compartir, es la palabra de Dios, este análisis de la escritura bíblica para su aplicación en nuestras vidas, aporta un dirección correcta a toda persona con quien este material es compartido, pues contribuye a abrirle los ojos hacia una nueva vida marcada por la bendición de Dios. El simple hecho de conocer su promesa, alegra nuestra estancia en un mundo lleno de pecado.
Estas palabras dichas en el versículo fueron dichas por Jesús, cuando él dice ¨EL LADRON¨, él se refiere al Diablo, al enemigo de Dios que también es nuestro enemigo, el ladrón viene a robar, matar y destruir, así dice Jesús, pero Jesús vino para que tuviéramos vida en abundancia, aquí en este capítulo Jesús está presentándose como el Buen Pastor, y el dice ¨Yo soy el buen pastor y el buen pastor da la vida por sus ovejas¨, pero el advierte al decir que ¨Tengan cuidado porque existe un mercenario, que no es pastor, el solo viene a robar, matar y destruir ¨, entonces Jesús vino para darnos vida plena, en abundancia con propósito , con sentido, con significado, no nos ilusionemos con el mal, con el pecado, el pecado produce, el promete vida pero entrega muerte, el pecado aparentemente es agradable, si no fuera así las personas no practicarían, pero el pecado ofrece una satisfacción momentánea y luego cobra un alto precio. La vida en el pecado es ilusoria, porque el ladrón vino a matar, robar y destruir, pero Cristo vino para darnos vida eterna en abundancia. ¿Sera que lo deseamos?
OREMOS:
Amado Padre Celestial, gracias porque nos das advertencias y por el regalo de la venida de Cristo para salvarnos, ilumínanos y permite que abramos los ojos, para tener una mejor vida apegada a tus mandatos. Son las peticiones que te hacemos hoy, en nombre de Jesucristo nuestro Señor y Salvador.
Amen.