Hebreos 13:5 ¨Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;¨
Padre Amado, una vez más te damos gracias por la persona que ahora está atendiendo a la lectura de la palabra, y compartiendo en esta hora, la revelación que nos has hecho mediante el análisis de tus dictados. Permite también, que las ideas que integran el texto, promuevan maravillosamente la satisfacción de necesidades personales de alimento espiritual, que incentivan al cambio.
Amados, que bien se siente Dios, cuando observa que sus hijos cumplen con obediencia sus prerrogativas, y muestra su presencia en la vida de ellos, bendiciéndolos de maneras sorprendentes. El versículo de hoy nos invita a continuar perfeccionando nuestros hábitos para lograr hacernos merecedores de estar en presencia de Dios, andando por el camino de la santidad, sin observar en esta conducta ningún tipo de actos negativos, especialmente el de atesorar riquezas o avaricia que tiende a desgastar nuestras habilidades en busca de bienes materiales pasajeros, cuando el verdadero tesoro es la vida eterna que el padre nos ofrece, el tesoro en el cielo que tanto se menciona en su promesa, sintamos agrado por las cosas que tenemos ahora, manifestemos este estado manteniendo, cuidando y protegiendo ese sinnúmero de atributos de con los cuales hemos sido bendecidos hasta ahora, pues por la fe de que Dios estará con nosotros y no nos abandonara, obtendremos en su debido momento diversas cuestiones que nos serán útiles para cumplir los planes que Dios ha previsto para nosotros.
OREMOS:
Dios Amado, estamos felices enormemente por el modo en el cual nos atiendes, nos provees, con todo el amor que un padre tiene por sus hijos, además nos otorgas interesantes enseñanzas, que nutren nuestra mentalidad y perfeccionan nuestra manera de actuar, te pedimos que renueves nuestros hábitos para alcanzar las bendiciones que nos ofreces, y mostrar conducta ejemplar para dar testimonio de tu presencia en nuestras vidas. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen