Lucas 19:2-5 “ Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,” – “ procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.” – “ Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.” – “ Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.”
Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Iniciamos este día atendiendo el precioso llamado directo que nos hace nuestro Padre Celestial, quien nos aconseja cada vez que abrimos la Biblia para dotarnos de enseñanzas útiles para enfrentar con bien los desafíos cotidianos, levantemos la cabeza, sigamos avanzando, solo pensemos que Dios nos ama y en cualquier momento operara un milagro en favor del siervo que es obediente a sus estatutos, reflexionemos unos minutos sobre esto: ¿Somos nosotros obedientes en todos estos estatutos?.
¿Cuál fue la invitación mas ilustre que nosotros hemos recibido?, o ¿Cuál fue el invitado más ilustre que hemos recibido en nuestras casas? Puede ser un familiar o cualquier personaje de confianza extrema, lo cierto es que cuando invitamos a alguien para nuestras casas nosotros nos preparamos para eso, escogemos el menú, arreglamos bien la mesa, acomodamos la casda en todo lo que sea posible, pero esto es cuando la visita es planificada o notificada con anticipación, ahora ¿Cómo podemos reaccionar cuando la visita llega de sorpresa?, como aconteció en la parábola del amigo inoportuno, ¿Corriendo a ultima hora para alistar todo dentro de casa?. Es exactamente lo que ocurrió con el personaje de la historia de hoy, Zaqueo, quien era un hombre que vivía en la ciudad de Jericó, era jefe de los publicanos, un hombre muy rico, verdaderamente una casa como la que todos quisiéramos visitar era la casa de Zaqueo, pero los publicanos no eran personas bien vistas en aquella sociedad, ellos eran tenidos como traidores, ladrones, estafadores, por el hecho de trabajar recaudando impuestos para Roma, fue grande la sorpresa de todos al saber que Zaqueo estaba invitando u hospedando a Jesús en su casa, entendamos que en aquel contexto quedarse en la casa de alguien significaba aceptación, intimidad, reconciliación y fue exactamente eso lo que ocurrió en la familia de Zaqueo, cuando Jesús entro en su casa él les trajo a todos los integrantes de esa familia, justamente aquello de lo que ellos sentían falta, porque así fueren de familia rica ellos poseían un vacío interior, sepamos que ese mismo Jesús que se ofreció o fue convidado a ir a la casa de Zaqueo, es quien desea hoy ser convidado y habitar en nuestras casas, coloquemos especial atención a esto considerando adoptar un plan de estudio diario de la biblia, practicar el culto familiar, orar continuamente y crecer en el conocimiento de la palabra de Dios, incluyendo a todos los integrantes de nuestras familias, porque ello traerá grandes cambios para el bienestar de todos y cada uno de los integrantes del núcleo familiar y generara un ejemplo hermoso para toda la sociedad, la cual querrá seguir ese camino.
OREMOS:
Padre de amor, gracias por el privilegio de poder comunicarnos contigo en cualquier momento mediante la lectura de la biblia, la practica de la oración, permítenos continuar avanzando en el camino de la fe, cuida nuestros hogares y habita con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen