Marcos 11: 15 ¨ Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;¨.
Dios Adorado, hoy venimos ante ti, llenos de alegría por tener el placer de compartir tu palabra bíblica que es alimento que nutre nuestras almas y produce cambios significativos en nuestros corazones, hacemos este estudio como símbolo de alabanza para tu glorificación, bendice este material para que cumpla el objetivo evangelizador, y perfeccione la conducta de tus servidores.
Amados, ser cristianos nos faculta a desarrollar acciones para lograr que cada día el mundo sea un lugar mejor, para que podamos advertir sobre las tentaciones a las que todos estamos expuestos, e indicar orientaciones para superar dichos ataques. Pero lo más importante y bonito que nos otorga el hecho de ser cristianos, es que por medio de nuestro carácter pacifico, calmado, misericordioso, podamos ganar más almas para que persigan el camino a la salvación, logrando llegar al padre cuando consigan reflejar en sus vidas el carácter de Jesús. En el versículo de hoy, es de compleja comprensión esta referido a que los comerciantes hicieron del templo de Dios una especie de casa de comercio o lo que actualmente seria un shopping center o centro comercial, pues una vez por año existio la fiesta de pascua donde los Judios que estaban esparcidos por toda la región, iban a Jerusalen, en ese periodo la ciudad estaba muy congestionada, en esa fiesta tan importante para los Judios se sacrificaban palomas, corderos e otras especies, solo que como mucha gente vivian lejos, no podían trasladarse con todos esos productos a disfrutar de la festividad. Entonces, los mercaderes se organizaban para ofrecer los productos y fijaban como local de comercio, un sitio concurrido como lo era el templo, en esos momentos ocurria un verdadero desorden y ello dañaba a los creyentes, pues se convertia en un comercio de adoración. Esa cuestión la vemos hasta en los tiempos actuales, donde los pastores de diversas iglesias, venden productos consagrados supuestamente para mejorar la vida de los creyentes, y en realidad lo que hacen es ofender al padre, pues la fe es algo que no puede ser contenido en un producto material, ella nace del intelecto de la persona que tiene la certeza de que la promesa de Dios va a cumplirse. Volviendo al relato, en aquel momento Jesus derrumbo mesas y sillas, expulsando a los comerciantes del templo, con lo cual el nos quiere dejar la enseñanza de posicionarnos siempre en contra de la comercialización de la fe.
OREMOS:
Padre querido, apártanos de la banalización de la fe, apártanos de todo acto que destruya al cristianismo, conviértenos en instrumentos dignos para ser reflejo de tu obra en la tierra y ser bendición para la vida de nuestro prójimo. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.