16 de Febrero: Pasajeros o eternos

Génesis 25:29-30 “ Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,¨ – “ dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.¨

 

 

 

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, gracias por reservar un espacio de tiempo para continuar con el estudio de la palabra de Dios, esta actividad realmente contribuye a alimentarnos espiritualmente, reaccionar mejor ante las situaciones de la vida y conocer la voluntad de Dios, mantengamos constancia en la realización de esta practica porque nos otorga muchos beneficios. Practiquemos el amor al prójimo compartiendo estos mensajes en las redes sociales, a muchas personas se logra ayudar solo con extenderles este material y así ellas llegarán a los caminos del Señor.

 

 

En estos versículos encontramos la historia de dos hermanos, Esaú y Jacob, cierta vez cuando Jacob preparaba un alimento, Esaú llego hambriento del campo y le pidió un poco a su hermano, quien le ofreció a cambio de que renunciara a su derecho de primogenitura, es decir, el derecho de hijo mayor, para heredar la autoridad del padre, y una porción doblada de la herencia, además él se convertiría en el sacerdote de la familia, seria ahora responsabilidad de él mantener a la familia en lo referente a su vida espiritual, y además tendría la honra de ser descendiente directo de Jesús, Jacob estaba pidiendo todo eso a cambio de un plato de alimento, Esaú respondió que sí, entonces Jacob sirvió a Esaú el plato de alimento, así Esaú comió y bebió, se levantó y le paso a Jacob el derecho de primogenitura, fue de esa manera que Esaú desprecio su primogenitura, no parece lógico haber realizado ese cambio por un plato de alimento, pero muchas veces nosotros somos así, en el desespero cambiamos las bendiciones de Dios por un deseo pasajero, ¿Qué es lo que está quitando nuestros ojos de las bendiciones eternas de Dios?, ¿Vale la pena cambiar por cosas pasajeras y sin valor, las bendiciones de Dios?. Nuestro Padre Celestial quiere decirnos que confiemos en él, que no desistamos, que aguardemos en él, quien nos promete que cuidar las bendiciones que nos otorga valdrá la pena y valdrá la eternidad. Dios nos ayudara a tener sabiduría para tomar las decisiones correctas.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, ayúdanos a tomar decisiones correctas, a mantener la mirada fija en el cumplimiento de tu voluntad, a ser mejores siervos y a agradarte con nuestros actos. Contribuye con nosotros siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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