Génesis 17:1 ¨ Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. ¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, que la paz de Dios este con todos, el tiempo pasa, el tiempo vuela y nuestra amistad continua dando buenos frutos, porque estamos alimentándonos diariamente de la palabra de Dios, continuemos meditando, aprendiendo y conociendo la voluntad de Dios para practicarla en nuestras vidas y dar un buen ejemplo al prójimo. Además aceptemos esta invitación a compartir este material con nuestro prójimo, que necesita una palabra de esperanza.
Años después de reafirmar con Abrahán la alianza que había hecho desde Adán, Dios reapareció y reafirmo ese pacto, prometiendo que él sería padre de una gran nación, y sería una bendición para el mundo, entonces Dios dijo, ¨Anda en mi presencia y se perfecto¨, ¿Cómo un hombre pecador puede ser perfecto?, mucha gente malinterpreta esta palabra, pensando que perfección es sinónimo de impecabilidad, es decir, que vamos a ser perfectos solo cuando dejamos de pecar, pero Dios reconoce que eso es imposible para nosotros, el pecado surge en nosotros por dos fuentes, las tentaciones de Satanás que son externas, y la inclinación por el pecado que tenemos que conocemos como naturaleza pecaminosa, pero, ¿Cómo escapar de todo eso?, entonces ¿Qué significa ser perfecto?. Inclusive sabiendo que Abrahán estaba lleno de fallas, él amaba a Dios y confiaba en él, yanto que dejo su tierra y su parentela para viajar millares de kilómetros en búsqueda del cumplimiento de la promesa de Dios, eso fue un compromiso cumplido, eso es perfección a los ojos de Dios, la perfección no es dejar de ser pecador, pero es un compromiso, un sacrificio de amor, una sumisión leal a Dios, es que seamos rectos, buscar justicia, y tener un carácter maduro, esta era la cualidad de Abraham, como también de Noé, Job y muchos otros, expresa el versículo, Mateo 5:48 ¨Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.¨, al contrario de lo que los judíos pensaban, no es hacer todo sin errores, la perfección es cuando amamos al Señor de todo corazón y reconocemos que él es el donador de toda bendición, cuando entendemos que Jesús nos justifica, y nos santifica y por su poder su ley entra en nuestros corazones, esa es la perfección que Dios quería de Abraham y lo que Jesús quiere de nosotros, si queremos ser bendecidos como Abraham, amemos a Dios y a nuestro prójimo, pensemos en todo lo que Dios ha hecho por nosotros y la respuesta de amor, es que Dios espera perfección de todos nosotros.
OREMOS
Padre querido, gracias por darnos a entender hoy que la perfección no es impecabilidad, y que así tengamos defectos y fallas podemos buscarte en todo tiempo, y buscar vivir tu presencia. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.