Santiago 1:14-15 “sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.“ – “Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.“
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, que este día sea bendecido y muy productivo, como siempre es un placer estar aquí para meditar en la palabra bíblica, en todo momento, especialmente en las luchas glorifiquemos el nombre del Señor. Dios seguirá guiando nuestros pasos cada día, mientras tanto continuemos compartiendo este mensaje por todos los medios posibles con nuestros semejantes.
La palabra concupiscencia, ambición o codicia, es una de las fuentes originarias del pecado, y se refiere al deseo desmedido por los bienes materiales u otras posesiones. El remedio para esta conducta es la satisfacción, y en el texto bíblico de Hebreos 13:5, se establece: ¨Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;¨. Teniendo en cuenta este último versículo mencionado, nosotros somos responsables ante Dios, no solo de nuestros actos, sino también de nuestros deseos, los pensamientos impropios generan conductas erradas, Jesús dice en el texto bíblico, Mateo 15:19: ¨Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.¨, observemos que Cristo dice que es de nuestra mente, que sale todo eso. Cuando nosotros codiciamos, nos convertimos en personas infelices porque pasamos a comparar lo que nosotros tenemos con lo que los otros tienen o viceversa, muchas personas viven comparándose con otros, en principio eso además de ser un mal habito, es también inconveniente, porque ataca nuestro autoestima, mientras otras personas sostienen que hacer ese tipo de comparaciones con otros, los motiva a mejorar, pero en cualquiera de los dos casos, es mejor saber que si tenemos a Dios lo tenemos todo, y por otro lado quien no tiene a Cristo, no tiene nada incluso teniéndolo todo, nuestra gran necesidad es de Dios en nuestras vidas, es Dios quien hace la diferencia cuando él está en nosotros y nosotros estamos en él, ese es el deseo de Dios, porque escrito está en Juan 15:4 ¨Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.¨, a la luz de este texto bíblico, nosotros sin Cristo solo lograremos tener una vida sin propósito, ni sentido, allí quedamos comparándonos con otros y desarrollando un mal hábito, que es inconveniente, eso nos conduce a pecar y pecar nos aparta de Dios, entonces caemos en ese círculo vicioso y al final perdemos la oportunidad de salvación, en ese sentido el versículo de Isaías 55:6, establece: ¨Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.¨. Consideremos que cuando Dios está en nuestros corazones, el nos satisface, llena nuestras necesidades, y así no tengamos todo lo que necesitamos la presencia de Dios nos completa de una buena manera, así vivimos mejor y sin codicias. Dios nos bendiga y a bendiga a nuestro hogar y otros seres queridos, vamos a colocarnos en las manos del Señor y creamos que el cuida de su hijos, tengamos fe en que Dios va a ayudarnos siempre si cumplimos su voluntad.
OREMOS:
Querido Padre, gracias por esta grandiosa enseñanza y en estos pocos minutos te pedimos que nos guíes con tu mano poderosa hacia el camino de la salvación, queremos obedecer a tu voluntad, ser mejores siervos cada vez, todo con el fin de agradarte y glorificarte. Ayúdanos siempre. Pedidos que hacemos en nombre de Jesús.
Amen