Jeremías 29:11 ¨ Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. ¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, saber día a día que Dios nos ama y favorece, es grato, él llena de alegría nuestros corazones, por eso es un placer obedecer a su voluntad. Aceptemos la invitación para comprometernos a cumplir la voluntad de este Dios que nos sana y liberta. Compartamos este material para ayudar al prójimo.
El proyecto de Dios para nosotros no es diferente, que el proyecto para el pueblo de Israel en el pasado, la increíble promesa del texto de hoy para el pueblo de Dios, hecha seis siglos antes Cristo, es la misma para nosotros hoy, Dios planea hacer que nosotros prosperemos, que superemos todo obstáculo, Dios quiere darnos esperanza y un futuro, todos queremos prosperar y tener éxito, porque tener éxito no es malo, sin embargo, con todo precisamos asimilar los conceptos populares del éxito, el cristiano no considera el éxito un fin en sí mismo, no lo busca de manera antiética y no lo usa de manera egoísta, el cristiano está dispuesto a poner a Dios y a sus promesas por encima del éxito, si el verdadero éxito no es alcanzar lo que el mundo valora, entonces ¿Qué seria éxito?. Pudiéramos decir que el verdadero éxito es realizar el potencial personal, el éxito no debe medirse por el logro ajeno, sino por nuestro propio progreso, el verdadero éxito consiste en transponer gracia y buen humor, ante las adversidades y obstáculos, la vida está llena de esos momentos incomodos, de adversidades que precisan ser superadas para probar y forjar nuestro carácter con el objetivo de capacitarnos para asumir nuevos retos o responsabilidades, entonces quien aprende a sonreír y seguir adelante frente a las dificultades, es un ganador y tiene éxito, otro aspecto del éxito es alcanzar el objetivo que Dios nos motivó a establecer para nuestras vidas, planes desinteresados son ingredientes importantes del éxito, y aún más el éxito es vivir más allá del nivel material. El signo básico de una vida exitosa, no es una empresa prospera, una casa bonita, un carro nuevo o una colección de joyas caras, pero si la conquista de una dimensión espiritual más profunda, tratemos entonces de alcanzar el éxito pero no seamos obsesivos, no estemos obsesionados por alcanzarlo, recordemos que el éxito sin Dios es fracaso, y el Señor da para su pueblo en el pasado el camino para el éxito, así en la secuencia se expone en Jeremías 29:12-13 ¨ Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; ¨ – ¨ y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. ¨, así si queremos tener éxito en la vida busquemos al Señor, y encontraremos al Señor. Creamos arriba de todo éxito esta el caminar con Dios, que Dios nos bendiga.
OREMOS:
Padre amado, tu enseñanza nos agrada cada día y nos inspira a seguir mejorando, te pedimos con certeza de que nos atenderás, que nos permitas alcanzar el éxito, basado en cumplir tu voluntad y ser bendecidos cada vez. Cuídanos siempre. Estas son las peticiones que en nombre de Jesucristo te hacemos hoy.
Amén