Lucas 20:45-47 ¨ Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos:¨-¨ Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;¨-¨ que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación.¨
Dios querido, agradecemos por todas las bendiciones con las que nos has premiado, llenándonos de júbilo, porque nos permites alabarte mediante la creación de materiales que busquen, cumplir los fines evangelizadores de tu palabra, agradable es saber como por cada rincón del planeta se extiende la buena nueva, mediante el uso apropiado de los canales dispuestos para el contacto social, agradecemos por los efectos positivos que surte esta palabra que es capaz de sácanos a todos del pozo de la negatividad y ubicarnos en una mejor posición.
Amados, existen personas religiosas que disfrutan del aplauso público, las lisonjas, eso no tiene que ver nada con Jesús, más bien ello se refiere a una religiosidad barata puesto a que nuestro salvador siempre fue humilde, el mayor de todos los siervos, vino para servir, de allí la frase: ¨Quien no vino para servir, no sirve para vivir¨. Jesús tiene otra postura más humilde, completamente distinta a aquellos líderes religiosos que viven de la ostentación, presumiendo sus bienes materiales, realmente nosotros no necesitamos de presumir, pero si necesitamos poder vivir con lo básico para estar satisfechos, vamos a evitar a esos ostentadores que se pierden en el laberinto en la embriaguez material y consiguen pisotear el cristianismo en privado, mucho mejor es gozar de la calma que Dios provee que ostentar y ser infiel a los mandatos del creador.
OREMOS:
Honroso padre, ayúdanos a entender y poner en práctica tus determinaciones, otorgamos el discernimiento espiritual necesario para conocer a las personas que verdaderamente beben del pozo de la vida eterna y aléjanos de aquellos que pisotean el cristianismo con acciones desajustadas a tus mandatos.. Son nuestras peticiones, que llenos de fe hacemos en esta oportunidad en nombre de tu hijo Jesucristo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen