12. Dejando todo para seguir a Dios

 

Marcos 1:18 ¨ Y dejando luego sus redes, le siguieron.  ¨

 

La paz del Señor sea con ustedes. Gracias a Dios podemos estar reunidos para estudiar su palabra, analizar las aplicaciones de los textos bíblicos a nuestro cotidiano vivir, y poner en práctica estas enseñanzas, amando al prójimo y extendiéndoles este mensaje mediante la predicación del clic. Recordemos el versículo fundamental en el que se basan estas enseñanzas de este proyecto evangélico, el cual es el versículo  Mateo 6:33

 

¨Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.¨

 

 

Es posible que en algún momento de la vida hayamos creído que estamos actuando de manera contraria a los mandatos de Dios, muchas personas sienten eso, y todos los sentimos alguna vez. En la comunidad judaica habían distintos grados de educación, y el punto culminante del sistema era convertirse en discípulo de un profesor de la ley y luego ser un profesor, en aquellos días diferente de hoy, no éramos nosotros quienes escogíamos al profesor, era el profesor quien escogía al alumno, esa elección se basaba en las habilidades y potenciales del alumno, para seguirlo como él era, es lógico que no todas los estudiantes alcanzaban ese nivel, y muchos no estaban a la altura de la tarea, por ese motivo no eran llamadas por esos profesores, eso significaba que pasarían el resto de sus vidas desempeñando otras actividades, entre esos que no estaban cualificados estaban los hermanos Simón y Andrés, ellos no estaban a la altura de los buenos alumnos de la ciudad, eran apenas dos rechazados por los profesores judíos, dos personas sin potencial para ser líderes en Israel, dos hermanos que pasarían su vida siendo pescadores, fue en esas circunstancias que Jesús apareció. Imaginemos lo que habría pasado en ese momento por la cabeza de los hermanos, un profesor estaba allí llamándolos para seguirlo, y la respuesta fue que ellos inmediatamente dejaron sus cosas y siguieron a Jesús, dejaron todo para seguirlo, y hoy ocurre la misma cosa, como invito a aquellos hermanos en el mar de Galilea, Jesús hoy nos invita a seguirle. Recordemos que el llamado de Dios para nuestras vidas no depende de nuestros méritos, el llamado de Dios depende de lo que el puede hacer en nuestras vidas cuando estamos dispuestos a seguirlo. Simón y Andrés, son buen ejemplo de aquello en lo que nos podemos convertir cuando aceptamos a Jesús, y esos humildes pescadores acabaron impactando al mundo a tal punto de que hoy continuamos hablando de ellos.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre amado, ayúdanos a seguirte, a dejar todo para seguir tu enseñanza y ser transformados por el Espíritu Santo, para ser tenidos como embajadores de tu reino. Contribuye con nosotros. En nombre de Jesucristo, pedimos confiados de que concederás nuestros pedidos.

 

Amen.

 

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