Mateo 4:5-6 ¨Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,¨- ¨y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, m y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.¨
Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Tengamos siempre buen animo, sabiendo que Dios desea buena salud y prosperidad para nosotros, por esta razón precisamos tomar en cuenta sus consejos para tener una mejor calidad de vida, y compartir el mensaje para demostrar nuestro amor al projimo.
¿Cuándo una actitud deja de ser fe y se torna presunción?, el texto de hoy puede ayudarnos ofreciendo una respuesta para esa cuestión tenemos aquí un dialogo entre Cristo y Satanas, ellos están en un lugar del templo llamado pináculo, en su parte mas baja el pináculo tenia aproximadamente veinte metros de altura, lo que equivale aproximadamente a un edificio de veinte pisos, el diablo estaba allí intentando disuadir a Cristo a saltar, inclusive usando la biblia porque el utiliza un pasaje del Salmo noventa y uno, si jesus hubiera saltado eso no seria una demostración de fe sino un acto de presunción, primero porque la forma como el diablo utilizo la escritura fue descontextualizada, en segundo lugar el salmo noventa y uno en su versículo once no es un incentivo a probar la ley de la gravedad, o a un probable suicidio, sino es la certeza de que Dios nos guarda en todas las circunstancias, observemos que no todas nuestras acciones pueden ser consideradas un acto de fe y coraje, la fe es confianza en Dios por quien el es, ya la presunción es decir a Dios lo que el debe hacer, nosotros no debemos ser de las personas que le dicen a Dios lo que debe hacer, precisamos cambiar de actitud, actuemos con fe, confiando en Dios por todo aquello que el es, y ciertamente seremos felices.
OREMOS:
Padre de Amor, colocamos nuestras vidas en tus manos, condúcenos a un mejor nivel de espiritualidad, queremos cumplir tu voluntad y ser mejores siervos. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.