Mateo 8:3 ¨ Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.¨
Amados, dejemos de lado los sentimientos que nos encadenan a estados de ánimo negativos, porque ellos nos contaminan, nos descomponen, y, degradan. Más bien, estemos llenos de gozo en todo momento, porque estamos en las manos de Dios, y somos especiales para él, por eso nos cuida, nos favorece, y tiene buenos planes para nosotros, solo confiemos en él, y, cumplamos su voluntad. Difundamos este material, para bendecir a nuestro prójimo de una manera particular. Agradezcamos a Dios por este privilegio.
En los tiempos bíblicos la lepra era la más temida de las enfermedades, profundamente mortal, la lepra era considerada un símbolo del pecado, todo lo que tocaba el leproso era considerado impuro, y se creía que hasta su aliento, estaba contaminado, desterrado de la sociedad en general, su presencia era considerada una contaminación, si alguien se acercaba a un leproso, el leproso gritaba: ¨inmundo, inmundo¨, gradualmente esa enfermedad va consumiendo el cuerpo, el cabello, y, otras partes del cuerpo, todo se va degradando, cierta vez cuando Jesús estaba enseñando en el lago de Galilea, un leproso observaba de lejos, al ver que enfermos eran curados, la fe fue fortalecida en el corazón de aquel hombre sufrido, olvidando las restricciones él se aproximó de prisa, su cuerpo estaba en terrible descomposición, y, al abrirse camino dentro de la multitud, las personas se apartaban, retrocedían atemorizados, pero él se arroja a los pies de Jesús y exclama ¨Señor, si quieres puedes limpiarme¨, y Jesús coloco las manos sobre él, y dijo las lindas palabras ¨Mantente limpio ¨, e inmediatamente el cuerpo del leproso se regeneraron. El pecado es semejante a la lepra, el profeta Isaías dice en el versículo Isaías 1:5-6 ¨ ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.¨, de la misma forma en que Cristo curo al leproso físico, él quiere curar a los leprosos espirituales, y morales. Se expone en Proverbios 28:13 ¨ El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.¨, la misericordia para nosotros que somos leprosos espirituales, y, morales, podemos ser perdonados y purificados por Dios, pero no encubramos nuestras transgresiones, confesemos los pecados, clamemos por la misericordia de Dios, y creamos en que nuestro Dios tiene placer en perdonarnos.
OREMOS:
Padre amado, te alabamos por tu perdón, y clamamos para que realices en nuestras vidas un milagro de restauración de nuestra condición física, moral, y, espiritual, pues necesitamos de esa rehabilitación, para convertirnos progresivamente en mejores siervos, cumplir totalmente tu obra, y, ser agradables a ti. Ayúdanos para bendecir al prójimo. Peticiones que hacemos en nombre de Jesús.
Amen.