1 Reyes 19:4 “Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, para el estudio de este material, para andar en los caminos de salvación, solo importa seguir a Dios, es permitido pertenecer a cualquier iglesia, pero lo importante es glorificar a Dios, seguir sus orientaciones, ellas son enfocadas en la bondad, manejan una línea de pensamiento similar pero con algunas variaciones o estilos distintos en las diversas denominaciones eclesiásticas, pero lo interesante es que todas las denominaciones persiguen a la realización de buenas obras y a alabar a nuestro Creador. Sean todas las denominaciones bienvenidas, que el compartir de la palabra sea una realidad, practiquemos el buen ejemplo para despertar en nuestro prójimo, el deseo de seguir el camino de salvación.
El personaje bíblico que tomaremos para la reflexión de hoy, es Elías, este nombre significa ¨El Señor es mi Dios¨, y cuando estudiamos la vida de este profeta notamos que todo giraba en base a esa afirmación, ¨El Señor es mi Dios¨, en el tiempo de Elías el pueblo de Israel estaba bajo el reinado de Acab y Jezabel, y quien conoce la historia sabe que en ese tiempo el pueblo de Israel adoro a falsos Dioses, y el enfrentar a esa realidad hizo que el profeta Elías fuese amenazado de muerte. El profeta Elias pidió s muerte, esta cosa fue tremenda, debido a que no aguantaba el sufrimiento por la persecución, hoy el suicidio es una de las principales causas de muerte en ls humanidad, los motivos pueden ser diversos, pero cuando la persona tiene pensamientos suicidas asi como Elias, todo parece oscuro, parece que no hay salida para ese túnel donde la persona entro, parece que no vale la pena luchar, y que es mejor tirar la toalla, porque no hay fuerzas físicas ni emocionales para seguir adelante, la persona tiende a pensar que nadie la entiende, que nadie se preocupa por ella, ella, se imagina sin nada, que no tiene valor, quizá estemos hablando con alguien que este viviendo esa realidad, y precisamos compartir cuatro verdades que nos ayudan a ser libres y bendecidos, primero la historia de Elías nos muestra que los pensamientos suicidas no son pecado y Dios no nos condena por eso, Dios sabe de nuestra fragilidad, Dios no esta enojado con nosotros si alguna vez tuvimos o actualmente tenemos esos pensamientos. Segundo, cuando esos pensamientos vengan, hay que clamar a Dios, en medio de esa oscuridad, él puede traernos luz, tengamos cuidado porque nuestro corazón es engañoso, porque estamos separados de Dios y vivimos una realidad distorsionada, donde parece que la muerte es la única salida, pero es el momento en que requerimos creer en Dios y recordar las promesas. Otro punto es que no nos aislemos, sino que busquemos la ayuda de amigos, ayuda profesional, es de personas inteligentes ir en búsqueda de un especialista. Creamos que la crisis va a pasar y que Dios va a bendecirnos.
OREMOS:
Padre querido, gracias por tu enseñanza en este día, contribuye con nosotros para que podamos cumplir tu voluntad, abre nuestros corazones para admitir la verdad del evangelio, queremos ser mejores siervos. Ayúdanos siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.