Hebreos 13:16 “Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, es un placer estar reunidos una vez más junto a la palabra de Dios, este constante estudio nos coloca en una buena posición en la cual obtendremos mejoras para nuestras vidas y tendremos una conducta ejemplar, que va a contagiar a otros con el deseo de servir a Dios. Compartamos este material para dirigir almas a los caminos de Jesucristo.
El verdadero evangelio del Señor Jesucristo consiste en la descentralización de nuestro ego, en que tengamos una vida exenta de egoísmo y al mismo tiempo el evangelio de nuestro Señor Jesucristo nos llama para que manifestemos nuestro amor por nuestros semejantes, las palabras contenidas en el versículo se usan en el contexto de alabar al Señor, observemos que la palabra sacrificio está en el contexto de oferta a Dios y no de algún tipo de privación, el Apóstol nos presenta una visión práctica del evangelio, donde motivados por el amor del Señor Jesucristo, nosotros consideremos las necesidades de otros, donde seamos sensibles a las necesidades de aquellos que están a nuestro alrededor, dos cosas ocurren con el cristiano que vive el evangelio, primero hacer el bien sin importar a quien, la acción del cristiano es motivada por las necesidades de las personas y no por quien es la persona, otro punto, y segundo en este orden, es compartir con otros lo que tenemos, Dios nos bendice para que llevemos la bendición a otros, el deseo de Dios es que seamos canales de bendición mediante los cuales los que están a nuestro alrededor sean también bendecidos, esa es la esencia del evangelio en la práctica, Dios se agrada cuando cuidamos de otros, así como nuestro Dios cuida de nosotros, la alabanza que podemos ofrecer a Dios es la manifestación de la presencia de él, en nuestras vidas a través de la ayuda al necesitado, hoy en día muchas personas requieren de esa palabra de paz, llena de amor y esperanza contenida en el evangelio, vivamos entonces haciendo el bien y ayudando a los otros, pues para vivir asi precisamos amar a Dios por sobre todas las cosas, precisamos ser controlados por el espíritu de Dios, así cuando sentimos compasión por el caído, por el necesitado que sufre en la vida, nosotros demostramos la presencia de Dios en nuestras vidas, por tanto pidamos que por la gracia infinita de Dios nosotros seamos transformados, en personas bondadosas y listas para ayudar, a socorrer al necesitado, pues todo bien que hacemos a los otros de alguna manera se nos regresa, es como decir que una caricia dada a un prójimo agradecido, es una caricia que nos estamos dando a nosotros mismos, así como el mal se devuelve el bien se devuelve también, y como dice la palabra, todo aquello que plantamos también lo recogemos, vivamos para plantar el bien, para hacer el bien, para amar y ayudar a las personas, y así estaremos cumpliendo la palabra y viviendo de acuerdo al querer de Dios.
OREMOS:
Padre querido, te alabamos por tu maravillosa palabra que nos inspira y nos motiva a vivir en la práctica del bien, ayúdanos a vivir eso de hecho cada día y que las personas que están a nuestro alrededor perciban las maravillas que tu palabra ha generado en nuestras vidas.. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.