Génesis 16:8-9 “Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. “ – “Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, el encuentro con Dios es algo maravilloso, por eso leer su palabra a diario y reflexionar sobre la escritura, es una manera de vivir nuestra relación con el Creador. En este sentido, cuando practicamos esta actividad, lo reconocemos en nuestras vidas, le otorgamos el primer lugar que él tiene en nuestros corazones y como resultado obtenemos su favor, su bendición y muchas cosas buenas serán añadidas. Compartamos este material, para nutrir a otros con este conocimiento, para orientar a las almas a los caminos de salvación.
Agar era una sierva egipcia que trabajaba para Sara, la esposa de Abraham, Dios le prometió a Abraham ser una gran nación, tan numerosa como la arena del mar, pero eso parecía imposible de ocurrir porque Sara, la esposa de él, era estéril, pensando que Dios precisaba de ayuda para cumplir su propósito, Sara sugirió a su marido que tuviere un hijo con Agar, lo que no era raro en la cultura de el, pero era contrario a la voluntad del Señor, lamentablemente Abraham siguió el consejo y cuando Agar descubrió que estaba embarazada inmediatamente empezó a despreciar a Sara, su jefa, creando así un gran conflicto familiar, Sara reclamo de Abraham y este le dio la solución del problema, entonces con autorización de Abraham, Sara comenzó a humillar a su sierva, y Agar no queriendo sufrir humillaciones escapo de la presencia de su jefa, y escapo al desierto, y la biblia dice que allí en el desierto al lado de una fuente el ángel del Señor encontró a Agar y le expreso la palabras contenidas en estos versículos. Era interesante que el ángel llamo a Agar por su nombre, el ángel del Señor conocía su situación social pues sabía que ella era una sierva, el ángel del Señor conocía el dolor que estaba en el corazón de aquella mujer, pues el conocía que ella estaba huyendo por ser humillada por Sara, el ángel del Señor conocía hasta el futuro de Agar, pues el prometió que multiplicaría sobre ella la descendencia de manera que por numerosa no fuera contada, Agar pensaba que nadie se importaba con ella, Sara la humillo, Agar salió sin dirección movida por una emoción fuerte que la llevo a escapar, sin dirección, sin perspectiva y sin futuro, sin embargo, ella oraba a Dios, pedía que mirara lo que le estaba ocurriendo, toda aquella aflicción, pero Dios la encontró y le dijo: ¨ Yo se quien eres te conozco totalmente y estoy aquí para decirte que me preocupo por ti¨, Agar precisaba de ese encuentro, de ese mensaje, de ese Dios, Agar reconoció el cuidado y el amor de Dios por ella, así que Agar reconoció el cuidado de Dios por ella, todo el amor que Dios le tenia, quizá hoy nos sintamos solos en el anonimato, sin dirección, pero la historia de Agar nos enseña que no necesitamos sentirnos solos y abandonados, no somos solo uno mas en medio de la multitud, somos especiales para Dios, cada uno con sus cualidades personales, después de todo el nos las dio, Dios nos conoce totalmente, sabe de las cosas que podemos lograr, por eso Dios tiene un propósito individual para cada uno de nosotros, así como Agar hizo, hoy nosotros somos convidados a mirar a Dios, en la certeza de que Dios nos ama y cuida de nosotros, por ese motivo la bendición del Padre vendrá a nuestras vidas. Cumplamos su voluntad.
OREMOS:
Padre querido, alabamos tu nombre por la certeza de que eres el Dios que ve, de que nos conoces totalmente y no nos dejaras caer, porque estamos seguros en que seras nuestro favorecedor en todos los momentos, por eso queremos agradecerte por la actitud que tuviste con Agar , y por haber marcado ese precedente histórico para que tengamos el conocimiento de que somos valiosos para ti y que no debemos decaer o desistir en ningún momento, sino continuar andando de tu mano por el camino a la salvación. Ayúdanos siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.