Lucas 5:8-9 ¨ Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. ¨- ¨ Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, ¨
Padre Amado, venimos llenos de tu paz, misericordia y amor que se renuevan diariamente en nuestras vidas, para llevar este poderoso mensaje transformador de vidas, que acerca a las almas hacia tus caminos, bendice este material y permite que llegue a mas lugares y personas. Que mediante el buen ejemplo podamos dar testimonio de tu presencia en nuestras vidas, queremos honrarte, glorificarte y alabarte en cada instante de nuestras vidas.
Amados, a veces nos imponemos una autodisciplina muy rígida que termina causándonos sentimientos relacionados a la depresión cuando dejamos de obtener los resultados esperados en cierta área, pero tenemos que entender que este tipo de fallos son comunes en la cotidianidad del ser humano y más bien constituyen una fuente impulsadora del cambio que nos motiva a tener una perspectiva diferente, recuperar fuerzas y continuar desarrollando ese determinado proyecto, que quizá por aquella vez no se cumplió, pero que con nuestra perseverancia y la fe en nuestro Dios se hará realidad en nuestras vidas trayendo bendiciones en abundancia, siempre que este proyecto sea aprobado por nuestro padre celestial. Para eso vamos a orar y a obedecer, para que nuestro Dios opere el milagro en nuestras vidas. En los versículos de hoy, el contexto es el momento de la pesca milagrosa, cuando Simón Pedro y sus compañeros habían trabajado toda la noche en la pesca y no consiguieron coger ni un solo pez, pero que luego por la fe en la palabra de Jesús quien estaba obrando en su condición de Dios encarnado, determino que las redes fueran lanzadas al agua y en una determinada dirección para obtener una pesca en abundancia, instantes después de que los pescadores realizaron el mandato de Jesús, obtuvieron una abundancia de peces que casi rompían sus redes e inclusive tuvieron que llamar a otros compañeros para que ayudaran a recoger aquella pesca. Acá vemos que Simón Pedro, estaba frustrado en primer término por no poder haber alcanzado los objetivos que se había planteado durante toda la noche, pero que luego de seguir el mandato de Jesús y por la fe que le tenia obtuvo resultados de bendición, algo similar sucede con nosotros, es posible que en ocasiones emprendamos algún tipo de proyecto que no este dando los resultados deseados y por tal motivo pensamos hasta en desistir, pero a lo lejos oímos una voz celestial que nos invita a continuar hacia adelante, a seguir perseverando, esa voz es Jesús quien nos dice: ¨Ten fe en mí, sigue adelante, no desistas porque estoy contigo y juntos venceremos, cambia tu perspectiva, ya que en este nuevo intento conforme a mis orientaciones obtendrás bendición en abundancia¨. En estos textos, Simón Pedro, se arrepiente y le pide al Señor que se aparte de él, pues tenía miedo por el resultado que se había obtenido, el humilde pescador se sentía inferior por solo haber podido conseguir resultados con la ayuda de Jesús. Pero con todo y aquel sentimiento, fue perdonado por Jesús, quien hasta lo convirtió en su seguidor y un pescador de hombres para traerlos a los caminos del evangelio. Veámonos entonces, en este ejemplo y no intentemos apartarnos de Dios en ningún momento, cuando estemos pasando por el desierto de la prueba suframos con el o cuando estemos disfrutando de las mieles de la bendición gocemos junto a el, sigamos sus orientaciones y seremos conducidos a la bendición en abundancia por causa de nuestra fe.
OREMOS:
Dios Querido, colocamos nuestras vidas en tus manos, esperando que nos orientes en todos nuestros pasos y decisiones para que nuestros proyectos sean un éxito y sirvan para alabarte siempre. Son nuestras peticiones, que llenos de fe hacemos en esta oportunidad en nombre de tu hijo Jesucristo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen