Mateo 28:18 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, todos necesitamos preparación y estudio para mejorar en todos los ámbitos de la vida, especialmente en la caminata cristiana, porque para avanzar en esta área necesitamos concientizarnos sobre la existencia de constantes tentaciones y ataques del enemigo para intentar desviarnos del rumbo adecuado. Fijemos la mirada en la realización de la voluntad de Dios. Compartamos este valioso mensaje.
Imaginemos una situación donde un nacional golpea al presidente de una nación extrajera, evidentemente esto se convertiría en una extralimitación, probablemente la noticia saldría en muchos noticieros, hasta el presidente de la nación del sujeto agresor se disculparía, y la disculpa es necesaria porque un presidente de una nación es el representante de la república, él es la representación máxima de su nación porque así fue elegido por el pueblo, en el evangelio de Mateo en el Capítulo 28:18 Jesús expresa sus últimas palabras al vencer a la muerte y cuando iba a subir al cielo. Con esas palabras el expresa que cumplió su misión, el vino al mundo y murió por nosotros convirtiéndose así en nuestro representante, alguien justo y recto que representa a la tierra, representa a nuestro planeta, a nuestra raza, al derramar su gracia sobre nuestro planeta toda la autoridad fue entregada a Jesús, por eso en el tenemos a alguien que nos representa en el cielo, el esta hoy en el Santuario Celestial como nuestro intercesor, y para adquirir el titulo de representado por el Señor es simple y es gratis, solo basta aceptar la gracia del Señor, ella es gratuita, solo precisamos de empeño en la búsqueda, requerimos de seriedad para seguir la voluntad de Dios, aceptemos entonces el sacrificio que Jesús hizo por nosotros en la cruz, el quiere representarnos, si el es nuestro Señor y salvador, entonces él nos representa, el intercede por nosotros por eso no requerimos tener miedo de nada, quien tiene a Cristo, lo tiene todo, así no tenga nada, pero quien no tiene a Jesús no tiene nada así lo tenga todo, Dios nos bendiga.
OREMOS:
Padre querido, gracias por concedernos a un intercesor, a un Salvador, queremos aceptar a Jesús con nuestras acciones y hacer tu voluntad padre celestial, ayúdanos a ser mejores siervos. Contribuye con nosotros siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.