Romanos 10:11-13 ¨Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.¨
Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Es una bendición que estemos juntos para realizar esta gratificante practica de la meditación bíblica, porque Dios con su palabra busca transformarnos en mejores individuos, que compartamos y ayudemos al prójimo como debe ser. Continuemos evangelizando mediante el clic.
La escritura sagrada dice que todos los que pidan ayuda del Señor, serán salvos, esa es la misma idea, todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. Jesús no hace diferencia, de que, si la persona es pobre o rica, ilustre o humilde, para el no hay distinción, porque Jesús busca a los suyos, quienes son y donde están, el recibe con amor a todos aquellos que lo invocan, cuando hacemos la obra de Dios, no sabemos cuáles serán los resultados, pero una cosa es segura, somos bendecidos ricamente, porque nada sustituye en una persona, la felicidad en aceptar a Jesus, y amarlo, al efecto, esta escrito, en Eclesiastés 11:6, ¨Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.¨, también esta escrito en el libro Salmos 126:5-6 ¨Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.¨. Que Dios nos bendiga, que sigamos haciendo la obra de Dios, con sinceridad en nuestros corazones, hagamos siempre nuestro mejor esfuerzo, no importa si es de mañana, tarde o noche, en todo momento vamos a testimoniar respecto a el amor de Dios y recordemos sus promesas, especialmente, la contenida en Salmos 126:5-6. Sembremos la semilla del evangelio, para que mas personas sean conducidas a la dirección del Señor. Ese es un gran privilegio, porque siendo débiles, nos unimos a la divinidad, para salvar a la humanidad.
OREMOS:
Padre de Amor, te alabamos por el privilegio de participar en tu obra, capacítanos, porque nos colocamos en tus manos para que nos uses en tus objetivos. Contribuye con nosotros. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.