2 Crónicas 14:9-10 ¨ Y salió contra ellos Zera etíope con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros; y vino hasta Maresa. ¨ – ¨ Entonces salió Asa contra él, y ordenaron la batalla en el valle de Sefata junto a Maresa. ¨
Amados, que la paz del Señor este siempre con nosotros y seamos siempre bendecidos. Este maravilloso día llenémonos de la gracia del Espíritu de Dios, comencemos meditando en la palabra del Padre Celestial, para mejorar nuestras reacciones respecto a las diversas situaciones que pueden ocurrir hoy, sin embargo, tengamos presente una frase fijada en la biblia ¨Todo lo que ocurre es para bien de los que confían en el Señor¨, evitemos desesperarnos porque ¨Todo va a suceder en la plenitud del tiempo de Dios¨.
Unos cuantos por allí se sienten ligeramente angustiados y temerosos respecto al futuro, ven incertezas, sin darse cuenta que mientras realizan este tipo de actos están perturbándose mas, ellos deberían solo encomendarse a Dios y que ocurra lo que él tenga previsto según su voluntad. Los versículos de hoy revelan una actitud positiva y valiente ante las pruebas, Asa quien era rey de Judá, enfrento un ejercito de un millón de hombres y trescientos carros, pero el estaba preparado había fortificado la ciudad con murallas, torres y demás, lo que nos da a entender que la preparación que debemos tener en esta batalla que hay entre el bien y el mal debe ser continua, estudiar la biblia, realizar prácticas cristianas. Sigamos el hilo de la historia, Asa realizo una preparación en el plano físico, creando las condiciones para resistir el ataque, pero hubo algo más que fue lo que hizo que la mano de Dios se moviera en su favor y fue la fuerte oración que con fe realizó, el pidió ayuda al Señor para en su nombre ir contra la multitud, de esa manera se logró vencer al ejercito de multitudes. Esta historia, es para nosotros, la oración de Asa movió la mano del Señor en su favor, ahora mismo nosotros no estamos en una guerra de carne y sangre, pero si enfrentamos una guerra a nivel espiritual entre el bien y el mal, esto es algo de lo cual no podemos escapar, sino que debemos enfrentar y vencer en nombre del Señor, porque el todo lo puede, por tanto despejémonos de esos sentimientos, pensamientos y actitudes que solo nos destruyen, vamos a apegarnos a nuestro recurso de fe, porque somos hijos genuinos y herederos del reino celestial. ¿Sabía que una de las promesas de Dios es jamás dejar caído al justo?, tengamos fe en eso, con certeza vamos a lograr vencer.
Padre de amor, agradecemos tu atención y el habernos elegido para enfrentar diversas pruebas, nosotros estamos contigo y conforme a tu promesa vas a sostenernos, queremos continuar en el camino de la obediencia a tus disposiciones, siempre cumplir tu voluntad, para en el momento apropiado hacernos merecedores de las dadivas que nos tienes reservadas. Obra en nuestro favor, pues nosotros nos encargaremos de aportar a la extensión de tu obra en la tierra y ganaremos almas para tus caminos. Oración que realizamos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.