06 de Marzo: Horas de silencio

Salmos 46:10 “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. “

 

Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, Dios nos ama, y siempre busca orientarnos desde el amor, para que seamos perfeccionados en el camino a la salvación, pues es preciso que seamos congruentes con lo que predicamos, en tal sentido, no podemos dejar que las influencias negativas nos venzan y nos desvíen del camino de la fe, como aconteció con David en cierto momento, por eso sien importar si el momento es difícil o de adversidad, siempre actuemos con paciencia, calma y amor, apropiémonos de esa paz que Dios nos dejó, para que nuestros actos sean de bendición. Cosas buenas están por venir. Tengamos fe.

 

 

Si apreciamos la naturaleza, quizá hayamos experimentado que el sonido del canto de los pájaros, nos sacan del estrés y nos enfocan a una atmosfera de paz, algo trascendental parece acontecer, imaginemos ahora que en una avenida muy concurrida de América Latina, como lo es La Avenida Paulista, donde sonidos de trenes, llegando y saliendo de las estaciones, personas corriendo de un lado para otro, cornetas de los vehículos sonando a toda hora, ¿En cuál situación es más probable que se sienta tranquilidad?. Todo esta en nuestras mentes, en el control mental que podamos tener un las diversas situaciones. Así como el ambiente calmado nos tranquiliza, el ruido y la agonía nos impiden de oír la voz de Dios, hoy lamentablemente vivimos en una constante corrida, carrera, agitación, pasamos por dos años de aislamiento social debido a la pandemia de la crisis del COVID, y parece que volvimos más acelerados, ese escenario de aceleración no inicio en el siglo 21, pues desde hace mucho tiempo varios historiadores llamaban la atención sobre ese fenómeno, pero es notorio que el tiempo está más acelerado, tenemos la sensación de que el reloj corre con más intensidad, la verdad es que el reloj no cambio, las horas no se acortaron, pero al intentar ganar tiempo tenemos la sensación de perderlo, más allá de toda la velocidad nosotros vivimos en una sociedad ruidosa, y poco reflexiva, la cultura occidental valora el ruido, mientras más ruidoso y extrovertido un individuo es, más será recordado, pero la cultura oriental, comprende la importancia del silencio, de la reflexión, el ritmo de la calma es importante para el ser humano, especialmente para establecer una conexión con Dios, solo en la calma oiremos la voz del creador,  mientras más rápido corremos, más distantes quedamos de una persona, en esa condición es más difícil oírla, aunque ella este gritando, para oír la voz de Dios, es preciso aquietar la mente, aquietar el alma, querer estar cerca de él, para conseguir eso, precisamos pasar más tiempo en la naturaleza, dejemos las redes sociales por algunas horas, dejemos de correr estando sentados, Dios quiere encontrarnos hoy en nuestros pensamientos, por eso la palabra de Dios dice ¨Aquiétese y sepan que el Señor es Dios¨,  como dicen algunos ¨Mucha calma en esa alma¨ o como dice un famoso grupo de música ¨Mucha calma en esa hora¨. Vivamos un día a la vez, confiemos en el Señor, oremos siempre, la oración es muy útil en esos tiempos de agitación, la oración tranquiliza nuestro corazón, fortalece nuestras decisiones,  y nos conduce a un contacto personal con Dios, nuestro padre, aquellos que viven en el estudio de la palabra de Dios, en oración, tienen calma en el alma porque Dios nos da esa tranquilidad y paz. Aquietemos nos y sepamos, que el Señor es Dios.

 

 

OREMOS:

Querido Padre, es bueno estar en tu presencia y sentir paz en el alma, alabamos tu nombre y te pedimos que nos ayudes Señor, para vivir esa experiencia diaria de sentir paz, operar con paz, obrar con paz y hacer que en nuestras vías todo sea calmado, porque estas en el trono. Apóyanos siempre. Pedidos que hacemos en nombre de Jesús.

 

Amen

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