06 de Diciembre: Santificados

Levítico 20:8 ¨Guardad mis estatutos y cumplidlos. Yo soy el Señor que os santifico.¨

 

Amados, que la paz de Dios sea con todos. Vamos juntos a perseverar, a realizar nuestro mejor esfuerzo, para hacer siempre lo mejor posible, delante del Señor, pues, aunque no lo percibamos, en silencio muchas personas nos admiran, y, en realidad, somos su ejemplo a seguir. Desde temprana edad, aprendemos, que: para hacer cambios en nuestra vida, requerimos de disciplina, profundamente necesitamos de disciplina,  necesitamos esforzarnos en esta carrera, un atleta que necesita vencer, requiere entrenar duro, un estudiante qué busca entrar a una prestigiosa universidad, debe dedicarse a los estudios. Mientras tanto veamos, que: cuando se trata de la vida espiritual, la transformación que Dios espera de nosotros, va más allá de nuestros esfuerzos, Por qué exige dependencia, y, fe en él. Avancemos en la fe.

 

 

El único capaz de realizar la transformación que tanto necesitamos, es el señor, porque él, solamente, es quien nos puede santificar, por eso es que Dios da esta indicación, contenida en el versículo, encabeza este material, pero: ¿Qué es santificación?. En los tiempos de Moisés, Dios le entregó a los israelitas: leyes, y, estatutos para que ellos pudiesen vivir en santidad, en la cultura de la época naciones vecinas practicaban la idolatría, la inmoralidad, rituales paganos, y, otras prácticas que ofenden a Dios, por tal motivo Dios separó al pueblo de Israel, como un pueblo santo, y, los instruyó a que obedecieran sus leyes como expresión de esa santidad. Sin embargo, el propio dios dejó claro qué era él quien los santificaba, eso demuestra que la obediencia de la ley de Dios, o, a los estatutos de Dios, no es un medio para alcanzar la santidad, pero: sí es el resultado de la Comunión con Dios, y, la confianza en él. Pablo, el apóstol, refuerza esa verdad, al afirmar la carta a los Gálatas 5:6 ¨porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.¨, En otras palabras Pablo expresa: que ninguna acción que realicemos nos hará alcanzar el favor de Dios, solamente la fe, y, las obras de amor, esto implica tener una fe activa, pues por el amor se realizan buenas obras, no para ser santificado, sino por qué ya estamos santificados por Dios. En: 1 Corintios 7:19, el apóstol Pablo complementa este concepto en los siguientes términos:  ¨La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.¨, la obediencia a los mandamientos de Dios es importante para no tener una fe pasiva, entonces, de acuerdo a lo expresado por el apóstol Pablo, nuestra fe tiene que ser activa. Esta fe se manifiesta en actos de amor, y, fidelidad a Dios. La santificación es producto de la misericordia de Dios,  la santificación no es un logro de la humanidad, pero sí es logro humano, la correcta práctica de la obra divina, y, el acto de brindar: el buen ejemplo al prójimo.  Cuando nuestro señor Jesús, intercede por nosotros, para que tengamos al Espíritu Santo, él nos capacita a tener una vida de obediencia, de esta manera la fe que nos conduce en el proceso de santificación, es la misma que nos sustenta en nuestra caminada cristiana, ella nos enseña a depender enteramente de Dios, y esta actitud es la que requerimos, para progresar en esta carrera cristiana.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre Amado, Gracias por todas las cosas que nos das, y, también por aquellas que renueves de nuestro camino, capacita no constantemente en la prueba, necesitamos ser refinados como el oro que pasa por fuego, altas temperaturas, para medir el nivel de su resistencia, para que su valor perdure, así también nosotros queremos ser probados, y, orientados para obedecer a tu voluntad, ayúdanos a vencer pero también a ganar almas y llevarlas a tus caminos de salvación. Contribuye con nosotros siempre. Así te pedimos, y, clamamos a ti padre, en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor.

 

Amén

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