Mateo 22:21 “Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, las misericordias de Dios se renuevan una vez más, y tenemos una nueva oportunidad para reflexionar en la palabra de Dios, la cual nos orienta para tener una mejor andanza en el camino a la salvación, precisamos además compartir este material para que más personas puedan andar por los caminos de Dios. Este aporte de compartir y anunciar la venida del Señor, es hasta más útil que cualquier diezmo, ofrenda monetaria o donación dineraria, que podamos hacer.
Las riquezas de este mundo cautivan a muchas personas, hacen que muchos se vendan a los lujos mundanos, y para alcanzar tal estatus muchos contrarían los mandatos de Dios, dejando el amor de lado para alcanzar sus ambiciones, pero desde que el mundo es mundo sabemos que eso ocurre, y algunas veces los negocios, políticas y ambiciones, ellas crean una mezcla con la religión, en el capítulo 22 de Mateo, Jesús es interrogado muchas veces por maestros de la ley y fariseos, después de haber contado una parábola que tenía como objetivo explicar que el reino de Dios es para todos, pero que muchos no quieren participar de él, Jesús entonces es interrogado por aquellos que intentaban encontrar en él, algún defecto para acusarlo, a fin de atraparlo en prisión y matarlo mediante la pena de muerte, de esas muchas preguntas una de ellas era si: Ellos deberían pagar los impuestos y tributos al Cesar, esta era una pregunta incomoda que buscaba colocar a Jesús entre la espada y la pared, si Jesús decía que si o que no, Jesús estaría en grandes problemas con cualquiera de los grupos, si Jesús respondiere que el tributo debería ser pagado, los Judíos que odiaban la opresión de Roma sobre Jerusalén, ellos entonces atacarían a Jesús colocándolo como un aliado de Roma, al final a ellos no les gustaba pagar el tributo, por otro lado si Jesús respondiere que el tributo no debería ser pago, Jesús tendría problema con los soldados romanos que estaban próximos allí en esa región, pero Jesús con toda su sabiduría mando a agarrar una moneda y al tomarla en su mano pregunto Jesús a sus acusadores ¿La imagen de quien está reflejada en esta moneda?, ellos respondieron ¨ La imagen del Cesar ¨, entonces Jesús dijo: ¨Den al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios¨, este dicho es expresado en el versículo que estudiamos hoy. En otras palabras Jesús enseño que no se deberían mezclar las cosas del mundo y las cosas de Dios, el dio una respuesta que los dejo sin palabras, semejante a aquellos días, hoy muchos mezclan las cosas de Dios con la soberbia del mundo pero Jesucristo quiere rescatarnos para aquello que de hecho tiene más valor, su bendito amor, que Dios nos bendiga cada vez, que podamos usar las cosas pero encima de todo amar a Dios, y a las personas, que sepamos hacer diferencia entre lo material y lo espiritual, lo material debe ser usado y lo espiritual debe ser amado, que Dios nos bendiga y nos de ese discernimiento y sabiduría.
OREMOS:
Padre querido, tu examinas nuestros corazones y conoces todas las cosas, quita de nosotros las ambiciones egoístas por las cosas materiales, y ayúdanos a usar las cosas necesarias, para amarte por encima de todo. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.