Juan 14:16-17 ¨Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.¨
Amados, que el amor de Dios sea el motor de nuestras vidas, llenemos nuestras almas de ese precioso amor de Dios y procedamos conforme a su voluntad, para mejorar nuestras vidas, y, colaborar a los miembros del prójimo, para que logren seguir el ejemplo de Jesús, y, llegar a Dios.
Poco antes de pasar por la experiencia de la cruz, Jesús le dijo estas palabras contenidas en el versículo, a sus discípulos, Jesús era un consolador, pero vendría otro, cuando el retornara al cielo, fueron lindas esas palabras de Jesús, porque nos dio a entender que el Espíritu Santo, habita en nosotros. Antes de que pasemos por la experiencia de la conversión, del nuevo nacimiento, el momento que marca nuestro encuentro con Cristo, es nuestra entrega a el, antes de la conversión el Espíritu Santo, trabajaba de afuera para adentro, el espíritu santo estaba intentando alcanzarnos, y llevarnos hacia Cristo, después que el consigue alcanzarnos es que nuestro corazón se sensibiliza, ante la ofrenda de la gracia de Cristo, entonces el Espíritu Santo que antes trabajaba de afuera para adentro, ahora trabaja de adentro para afuera, el pasa a habitar en nosotros. El espíritu que habita en nosotros, actúa por medio de nosotros, el nos usa para gloria del Señor, en la obra del Señor, ese es un privilegio mayúsculo, muy grande. En este sentido, establece: Juan 14:21 ¨El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.¨, Juan 14:23 ¨Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.¨, todo esto quiere decirnos, que el Padre, y, el hijo, por medio del Espíritu Santo, vive en nosotros, nosotros que somos convertidos, que ya entregamos nuestras vidas a Cristo, y que hemos procurado andar en sus caminos, el Señor habita en nosotros, esto es un privilegio mayúsculo, muy grande. Todo esto es fruto de la gracia de Dios para con nosotros, por eso sea alabado nuestro Dios, somos templos de Dios, en nuestros cuerpo habita él. Procedamos conforme a la voluntad de Dios, sin duda, seremos bendecidos.
OREMOS:
Padre Amado, gracias por instruirnos con tu dulce palabra, por recordarnos cada dia que debemos proceder conforme a tu voluntad, para ser mejores siervos, y, agradarte. Favorécenos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén