Marcos 9:35 ¨ Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.¨
Hoy señor nuestro, hacemos este aporte a tu obra, compartiendo este devocional a través de las redes sociales, un lugar absolutamente mundano, para hacer un uso adecuado de este medio de comunicación, llevar el bien y despertar al prójimo para que obtenga la sabiduría necesaria para fomentar las buenas conductas, enseñar desde tu amor, reconocer el mal y apartarse de el. Bendice este texto para que sea de provecho para todos los lectores, sea compartido para llegar a mas lugares y personas, consiguiendo que este mensaje de esperanza traiga mas almas a tus caminos y cumpla el objetivo evangelizador previsto en tu palabra.
Amados, Dios nos convierte en individuos altamente valorados para la realización de su obra en este mundo de constante exposición al pecado. Es por esta y muchas otras razones que nuestra meta debe ser vivir conforme a la voluntad de nuestro padre celestial. El versículo de hoy nos muestra que la lógica de Jesús siempre fue otra distinta a la del mundo, el nos dice: ¨Quien quiera ser el primero debe ser el ultimo¨, en el reino de Dios el mayor es el que sirve más a su prójimo. En el mundo se vive bajo una lógica distorcionada, donde pensamos que el mayor de todos es aquel quien es mas servido, pero Jesus invierte esa lógica al indicarnos que la cualidad de servicio al projimo es la que nos hace mayores. Es verdad que Dios es el mayor ser del universo, quien mas sirve, sustenta al universo todo el tiempo. El es nuestro creador, sustentador y mantenedor, porque esta delante de todo. De manera que si queremos ser grandes en el reino de Dios, sirvamos al projimo, seamos reflejo de la bendición de Dios, de esa manera seremos felices en el servicio.
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OREMOS:
Padre de bondad, colocamos nuestras vidas en tus manos, para que nos direcciones a servir mas y mejor al prójimo, permítenos ser mas felices sirviendo a nuestros semejantes, que podamos invertir la lógica del mundo y seamos reflejo de tu bendición. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.