Marcos 9:36-37 ¨ Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: ¨-¨ El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió.¨
Hoy señor nuestro, hacemos este aporte a tu obra, compartiendo este devocional a través de las redes sociales, un lugar absolutamente mundano, para hacer un uso adecuado de este medio de comunicación, llevar el bien y despertar al prójimo para que obtenga la sabiduría necesaria para fomentar las buenas conductas, enseñar desde tu amor, reconocer el mal y apartarse de el. Bendice este texto para que sea de provecho para todos los lectores, sea compartido para llegar a mas lugares y personas, consiguiendo que este mensaje de esperanza traiga mas almas a tus caminos y cumpla el objetivo evangelizador previsto en tu palabra.
Amado, Dios tiene grandes propósitos fijados para nosotros, ese hecho nos motiva a permanecer firmes en la caminada de salvación, tomemos en cuenta que una vez hayamos aceptado a Jesús como nuestro único salvador, con esa decisión debe venir acompañada la determinación de apartarse totalmente de las cuestiones negativas que son inspiradas por la maldad del enemigo, busquemos parecernos en nuestros actos cada vez más a Jesús para honrar el nombre del padre. En los versículos de hoy, se nos invita a luchar por los derechos de los niños, mostrando una escena maravillosa de un niño en los brazos de Jesús simbolizando que fue tomado con la voluntad de ser protegido, cuidado, apoyado, amado, indicando que al recibir de esa manera a un infante estamos recibiendo a Jesús, el hijo y también al padre, Dios. Entonces de esta manera el mensaje de este texto es, que si queremos luchar por el favor divino, debemos defender el bienestar de los niños y niñas, procurar que sean respetados integralmente, en el mundo vemos a diario abusos contra los infantes y eso no debemos permitirlo, porque si lo hiciéramos estaríamos andando en contra de los mandatos del señor. Amemos a los niños y niñas, protejamoslos, sepamos que todos debemos luchar por el respeto del interés superior del infante que comprende su bienestar integral, luchemos también contra la pedofilia, contra el aborto. De esta manera estaremos luchando por el derecho a la vida, para que los niños que sean resultado de abusos sexuales o violaciones no sean tirados a la basura. Debemos y podemos cuidar de los infantes, todos tenemos derecho de gozar una niñez feliz, quizá no todos en las mismas condiciones, pero a esos niños humildes, pobres, ayudarlos pues ellos no tienen culpa de la desigualdad social, en este punto, surge la necesidad de plantearnos un reto si tenemos alguna fuente de ingresos y estamos en capacidad de por lo menos una vez al año dar un regalo a un infante necesitado, algo verdaderamente útil como alimentos, educación o vestuario, pero dar con gusto, no simplemente un helado sino la lista de mercado para la semana, no simplemente un par de medias sino el vestuario completo, no simplemente un cuaderno sino gran parte de los utiles escolares, todos podemos hacer una contribución para mejorar esta sociedad. Dios nos recompensará.
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OREMOS:
Padre de bondad, ayúdanos a cuidar de los niños y niñas, bendícenos para poder ayudarles siempre a defender sus derechos para que gocen de una niñez feliz, que esta lucha por la defensa de los derechos y bienestar de los niños sea un recurso que nos acerque a ti y nos permita honrar tu nombre. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.