Hebreos 12:28¨ Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;¨
Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Tengamos días tranquilos, sistemáticamente estudiemos la Biblia y cumplamos enteramente los mandatos estipulados por Dios, al final esa suma de buenas acciones nos llevara a la tremenda bendición.
El texto estudiado hoy nos muestra el camino hacia la victoria contra las fuerzas del mal, el cumulo de pequeñas acciones para alejarnos del intento del enemigo de desviarnos de los caminos de Dios y hacernos pecar, sujetarse a Dios y resistir al Diablo, es la gracia de Cristo implantada en nuestro corazón lo que crea enemistad contra Satanás, sin esa gracia que convierte y renueva las personas continúan cautivas de Satanás en servidumbre siempre listas para ejecutar las órdenes del maligno, no podemos olvidar que es el poder de Cristo lo que habilita al ser humano a resistir al enemigo, todo aquel que aborrece al pecado resiste las pasiones que intentan dominar al corazón y las vence evidencia un principio que viene de lo alto, el antagonismo que existe entre el espíritu de Cristo y de Satanás, se revelo claramente en el modo en que el mundo recibió a Jesús, no fue tanto porque el apareció sin riqueza o grandiosidades mundanas, que los judíos rechazaron a Cristo, ellos percibieron que Jesús tenía un poder que compensaría la falta de esas ventajas exteriores, la pureza y santidad de Jesús valieron la pureza y el odio de los impíos, su vida de renuncia e impecable devoción era una perpetua reprobación al pueblo orgulloso y sensual, fue eso lo que provoco enemistad contra el hijo de Dios, Satán y los ángeles caídos se unieron a los hombres malos, y en su apostasía todos luchaban contra el campeón de la verdad, y así como Satán se esforzó por lanzar anomia sobre Dios, sus agentes buscan dañar al pueblo del Señor, por eso debemos despertar y apegarnos mas a Dios.
OREMOS:
Padre de Amor, colocamos nuestras vidas en tus manos, condúcenos a un mejor nivel de espiritualidad, queremos cumplir tu voluntad y ser mejores siervos. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.