Romanos 9:30-32 ¨ ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe;¨-¨ mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó. ¨-¨ ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo,¨
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, en aquellos tiempos los Judíos, se apegaron a la ley solo por el hecho de ser justos utilizando ese medio como una manera de alcanzar la gracia divina, mas ello fue una actitud que estuvo lejos de ser asertiva debido a que la justicia divina llega a partir de la fe, veamos que los gentiles procedieron por fe y lograron alcanzar la justicia de la salvación. Ya que obtuvieron justicia a causa de proceder con la creencia firme de la existencia de Dios, en cambio los judíos confiaron en los méritos propios. En este punto es preciso comprender que nosotros no accedemos a la eternidad por nuestras obras, sino por la transformación que se produce en nuestra vida a partir de la aceptación de Jesús como nuestro salvador personal, pues él es el camino que nos llevara al padre, esta fe nos convertirá en nuevas criaturas pudiendo notarse en que nuestros pensamientos, reacciones y sensaciones se encontraran más apegadas al amor al prójimo, logrando asi realizar actos de bondad no para ser salvos sino que por ser Salvos, consecuencia de que el amor de Dios esta presente en nuestras vidas, nosotros podemos proceder correctamente en nuestro camino de bendición, siendo una influencia positiva en los demás.
OREMOS:
Padre adorado, tu conoces todo sobre nosotros, perdona nuestros pecados y ofensas, calma aquellas pasiones que nos alteran, permítenos orar continuamente actuando según tus mandatos, para recibir todo aquello que nos prometes y esperamos, ven a nosotros y conducenos a cada instante de nuestras vidas. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen