02 de Enero: Pacificadores

Mateo 5:9 “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”

 

Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Iniciamos este día practicando el habito de reflexionar en la palabra de Dios y así oir su voz, es necesario que nuestros esfuerzos vayan más allá de solo compartir la palabra mediante redes sociales, es preciso que podamos ejemplificar en nuestras vidas los ejemplos dados en ella.

 

 

Agua o gasolina, ¿Cuál es el mejor líquido para apagar un incendio?. Lo más interesante es que nosotros sabemos la respuesta porque la pregunta es muy obvia, todavía cuando transportamos eso para nuestras relaciones interpersonales, las cosas no parecen tan obvias así. En el texto de hoy, Jesús presenta una más de las bendiciones en este Sermón de la Montaña, indica otra de las cualidades que aquellos que son bendecidos por el Señor deben poseer, esta bienaventuranza es muy especial porque de todas es la que más nos identifica con el Padre Celestial, mirando hacia el contexto cultural de aquellos días en que fue redactado este libro de Mateo, ser reconocido como hijo de alguien representaba por lo menos dos cosas, la primera de ellas fue que tal persona heredo la profesión del padre, segundo que la historia de la vida del padre era contada atraves de la historia de los hijos,  de acuerdo a esa idea ser hijo de Dios es heredar su profesión, y la principal función de Dios esta en reconciliar personas, como el Apóstol Pablo enseña en la segunda carta a los Corintios, un hijo de Dios es un reconciliador, ¿Qué tipo de personas somos?, ¿Agua o Gasolina?, ¿Si tuviéremos que colocar toda nuestra energía en la resolución de algún conflicto, seriamos pacificadores o inflamadores?, aquel que tiene como estilo de vida la pacificación demuestra que es bendecido por Dios, y carga en sus genes el ADN de Dios, por eso vamos a pedirle a Cristo hoy que nos transforme, que cambie nuestros corazones y que nos ayude a ser personas con mejor temperamento, así donde quiera que estemos podamos llevar la paz de Cristo a aquellos que nos rodean.

 

 

 

 

OREMOS:

Padre de amor, muchas gracias por esta linda promesa, nosotros queremos ser llamados como tus hijos, queremos ser pacificadores, ayúdanos en este día a andar en tus caminos, hacer tu voluntad y ser siervos agradables a ti. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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