Juan 20:24-25 ¨Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.¨
Amados, que el amor de Dios inunde nuestros corazones y nuestras vidas, continuemos juntos caminando hacia la salvación, dispongámonos a proceder bien, porque Dios favorece a quien hace lo que puede, de la manera más calmada y mansa posible, para que sea cumplida la voluntad divina. Jesús, da ánimo y motivación, a esos sujetos, que hacen lo que pueden para que se cumplas la voluntad de Dios en sus vidas, procediendo correctamente y sin lazos con el pecado. Llevemos este mensaje al prójimo.
Tomás requería ver para creer, ¿Será que si estuviésemos en el lugar de Tomás habríamos creído?, el contexto aquí es que Jesucristo había resucitado, pero cuando Cristo se presentó a los Apóstoles, Tomas no estaba junto con ellos, entonces los otros discípulos le dijeron a Tomás que habían visto a Jesús y Tomas dio su respuesta, mostrando incredulidad por demás, indicando lo que estaba indicado en el versículo, pero más adelante en este capítulo dice que estaban reunidos los discípulos, incluso Tomas, y Jesús apareció, y le dijo a Tomás, que le viera y que confirmara todo para que creyera, reprendiéndolo con la frase ¨No seas incrédulo, se creyente¨, delante de esa manifestación gloriosa de Jesús, Tomás dijo: ¨Señor mío y Dios mío¨, luego Jesús le dijo algo a Tomás, ello se encuentra escrito en Juan 20:29 ¨ Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.¨, con lo cual Jesús destaca la importancia de los que creen sin ver, en tal sentido, quien tiene fe en lo invisible y tiene fe en lo imposible, puede ver más allá de esa realidad presente, porque la fe nos conecta con Dios, y así podemos ver más allá de lo que nuestros ojos miran, por eso Jesús dice que bienaventurados son aquellos que creen sin necesidad de ver, que Dios nos bendiga a todos, y aunque no vimos a nuestro Señor, literalmente cuando estuvo aquí, si creemos en él, porque él ha hecho muchas cosas por nosotros, y ahora mismo nos está amando continuamente, como siempre lo ha hecho.
OREMOS:
Padre Amado, te alabamos siempre, y seguiremos obedeciendo a tus disposiciones, anhelamos agradarte con nuestros actos, y, seguir contribuyendo con tu obra, para llevar a mas almas a tus caminos, todo por causa de la fe que tenemos en ti, y el amor, con placer necesitamos mostrarte. Favorécenos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén