A la luz del marcado desorden que a nivel social se tiene del uso del Dinero, a fin de evitar las crisis financieras destructivas, se sugiere observar esta perspectiva con apego a la palabra bíblica, implementando la sabiduría que genera abundancia y desechando la necedad que disipa los recursos, aplicando métodos de organización que creen condiciones óptimas para la estabilidad financiera del núcleo familiar. En este sentido, sugerimos primeramente saldar todas las deudas y evitar en lo posible caer en ellos, para próximamente aplicar la técnica del presupuesto como herramienta para controlar los ingresos y egresos que se manejan, en función al estilo de vida y a las metas que pretendemos alcanzar, donde necesitamos ajustar nuestro nivel de vida, contemplando la cobertura de necesidades básicas que deben ser satisfechas en la cotidianidad, creando seguridad a los integrantes del núcleo familiar, observando entre los elementos básicos que deben ser cubiertos esta: Alimentación, Salud, Vivienda, Educación, Vestido y otros, los cuales dependen de los objetivos familiares que pretendan cumplirse con esta herramienta, sin olvidar que la idea es cubrir todos los gastos que puedan presentarse, resultando útil incluir un fondo para imprevistos, además de la cuota de ahorro familiar si es posible.
La herramienta nos permite manejar sabiamente los recursos, evitando gastos innecesarios, cuando mantenemos un análisis y evaluación estricta del mismo, para subsanar cualquier alteración que pueda surgir. Además, este proceso nos incentiva a la consecución de planes a futuro, promoviendo la unión familiar. En este sentido se recomienda crear el instrumento en compañía de todos los integrantes de la familia, para desarrollar la lista de gastos, establecer las prioridades y generar un mayor compromiso para mantener la obediencia a lo planteado. Por último, nutra su conocimiento de manera constante en esta materia, y lograra un cambio radical en su estilo de vida.
¿Qué puede aportar en este aspecto?