16/06/2017
Sin ánimos de generalizar, muchas personas han guardado ciertos rencores y dolores, que impiden seguir avanzando con firmeza en el camino de la santidad, pero según las pautas de nuestro padre, es necesario mirar a las cosas de lo alto para alcanzar bendición. En este punto, conviene atender a lo expuesto en el versículo siguiente:
Salmos 119:11 ¨ En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.¨
Podemos llenar nuestros corazones de alegría, cualidades de bondad, en lugar de guardar negatividades, tengamos presente la palabra de Dios, convirtámosla en una realidad de vida, sostengamos el mandato que nos hace para cumplir obedientemente su voluntad, de ese modo conseguiremos apartarnos de pensamientos destructivos que pueden llevarnos a caer en el abismo del pecado, manchando nuestro andar por la santidad. Asi pues, llenemos nuestros corazones de cualidades del espíritu santo, para facilitar nuestra caminata en victoria, para demostrar la presencia de Dios en nuestra vida y el carácter de herederos del reino celestial que poseemos. Desde ahora, veamos nuestro corazón como una despensa donde almacenamos conservas de alegría para animarnos en los momentos de necesidad.
INTERACTUEMOS:
Como bien nos orienta la palabra contenida en HEBREOS 13:16, en la cual se resume que: si hacemos el bien, compartimos y mutuamente nos ayudamos estaremos agradando a Dios en gran medida, además de COMPARTIR esta palabra con la que Dios nos bendice en esta oportunidad, intercambiemos en los comentarios sobre lo siguiente:
¿De qué manera le ha tocado el alma este material en su vida personal?