Mateo 9:22 “Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.”
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados una vez más nos encontramos reunidos con la intencion de alimentarnos de la palabra biblica, buscar respuestas y orientaciones de Dios, pero fundamentalmente manteniendo este hermoso lazo de relacion con Dios, el cual debemos mantener siempre vivo, en las alegrias y tristezas, para glorificar, alabar y clamar. En el versiculo de hoy se relata la historia de la mujer qje por mas de diez años estuvo enferma y que al encontrarse con Jesus al solo tocarle los vestidos fue sanada por su fe en el, asi tengamos presente que la fe es una decision humana que independiente de su capacidad cuando decidimos confiar en Dios el espiritu santo nos otorga ese don de la fe, aquella mujer madura en edad, con madurez en sus sentimientos, esa mujer que padecio tantos sufrimientos, habiendo buscado la solución en la medicina y diversas formas de tratamiento, encontro la solución a su situación buscandola en Cristo, su actitud de fe resulto en un encuentro con el poder y la cura que ella tanto esperaba, entonces la fe es el brazo que Dios nos da por su gracia para alcazar lo que no nos es posible conseguir por nosotros mismos, constituyendo el brazo de la justicia de Cristo y de esta forma somos justificados por la fe, además de salvos por la gracia. Probablemente tambien estemos sintiendo este deseo de desistir porque aparentemente la puertas se nos cierran, porque como esta mujer hemos sufrido tanto a lo largo de nuestras vidas y no hemos hayado solucion a nuestras situaciones en tratamientos de diversas indoles, Dios hoy quiere decirnos que en medio de esas luchas, angustias, ansiedades y enfermedades, esta es la hora exacta de ejercer nuestra verdadera fe.
OREMOS:
Padre amado, ayudanos por la fe a tocar tu manto sagrado, para recibir los milagros que tanto esperamos conforme a tu buena voluntad. Agradecemos por todas las bendiciones que nos otorgas y las que nos seguiras otorgando. Contribuye con nosotros siempre. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen