18 de Marzo: Cuidado con banalizar el pecado

Daniel 9:3 “ Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.”

 

Padre nuestro, este día traemos una grandiosa interpretación de tu palabra, con el objetivo de contribuir a causar cambios radicales en aspecto positivos para todos los que nos nutrimos de estos escritos, extiende tu bendición sobre el mismo, pues con este texto queremos alabarte, glorificarte y esparcir tu mensaje a través de este medio.

 

 

Amados que la paz del Señor sea con todos y seamos siempre bendecidos. Si fueremos veletas seria normal que nos dejasemos llevar por el viento, pero como somos seres humanos, hombres y mujeres debemos estar sujetos a nuestros principios para actuar, nuestro principio fundamental es obedecer a Dios y cumplir su voluntad, esta actuación tendrá su recompensa en su debido momento. De acuerdo al texto biblico planteado hoy, solo Dios tiene el derecho de juzgarnos, para lo cual existe un tiempo determinado ya, esta es una gran verdad que nos ha sido enseñada por la biblia pero tambien es cierto que en todo momento podemos arrepentirnos de los actos pecaminosos que hayan ensuciado nuestra andanza por el camino de la santidad, sin embargo, este arrepentimiento debe ser definitivo con el cual firmaremos nuestro compromiso de no pecar mas, ya que de nada sirve pecar y arrepentirse continuamente como una especie de intermitencia en la cual en un momento  obedecemos al padre y en otro lo desobedecemos, de este ultimo modo no debemos proceder porque implica una falta de respeto para con Dios, lo cual daña gravemente nuestra relación con la divinidad ocasionando un rompimiento o quiebre. Muchas personas caen en esta trampa, de pecar intencionalmente y luego demostrar un arrepentimiento hipocrita, hay que parar con esa costumbre que posteriormente nos va a llevar a la banalización del arrepentimiento, eso es peligroso porque para algunos el pecado deja de ser pecado y pasa a ser un estilo dde vida. Aunque existe un peor peligro que es el de dañar de manera irreparable nuestro transitar por el camino de la salvación, porque estariamos expuestos a que en alguna oportunidad el pecado se escape de control y nos conduzca a un gran abismo.

 

 

OREMOS:

 

Padre querido, protegenos en todo momento, sabemos que se presentaran obstaculos, pero tambien que si nos mantenemos apegados a tus enseñanzas tendremos la fortaleza espiritual para superar esas pruebas, contribuye con nosotros, pues queremos ser mejores siervos cada vez. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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