Salmos 4:1¨ Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; Ten misericordia de mí, y oye mi oración.¨
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, nuestro placer es poder reunirnos cada vez a disfrutar de nuestra intimidad con Dios, comentarle sobre nuestros planes y pedirle conducción prometiendo desarrollar nuestros actos con rectitud para agradarle en todo momento. Este versículo de hoy, contiene una enseñanza relacionada a la oración indicando que el clamor de David pidiendo respuesta de Dios, fue muestra de oración genuina, que solo hay que expresar nuestras necesidades a Dios sin tantas formalidades en las palabras, lo importante es la perseverancia en la comunicación con Dios, realmente para alcanzar una buena practica de oración debemos perseverar en esta, debemos clamar constantemente como lo hacia David, porque entregándonos de lleno a la oración es que seremos oídos por Dios, consiguiendo que sean satisfechos nuestros pedidos porque no serán de mera repetición, sino que mostraran genuina fe a nuestro padre.
OREMOS:
Bondadoso padre, enseñanos a orar que nuestro corazón clame sinceramente a ti, que nuestro corazón por siempre este regido según tus mandatos, y que de ese modo podamos esparcir ese amor a todas las personas que nos rodean, que podamos seguir cumpliendo tu voluntad y ser buenos siervos de conciencia limpia. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen