Deuteronomio 1:29-30 ¨Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de ellos.¨-¨ Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos.¨
Dios Adorado, hoy venimos ante ti, llenos de alegría por tener el placer de compartir tu palabra bíblica que es alimento que nutre nuestras almas y produce cambios significativos en nuestros corazones, hacemos este estudio como símbolo de alabanza para tu glorificación, bendice este material para que cumpla el objetivo evangelizador, y perfeccione la conducta de tus servidores.
Amados, cuando nos encontremos enfrentando la peor hipótesis, contémosle a Dios sobre nuestra angustia, aunque él, la conoce y sabe cómo atenderla, nos hace bien contarle para sentirnos más tranquilos, pues le hemos dado el control de la situación. El contexto de los versículos bajo estudio, es el espionaje a la tierra de Jericó, donde enviaron doce varones y diez de ellos volvieron apavorados mientras solo dos cumplieron la encomienda, y la declaración de Dios es justamente: ¨ no tengan miedo de ellos¨, refiriéndose a los gigantes. Normalmente es así, los gigantes vienen a ser las situaciones aparentemente adversas que nos atacan de alguna manera, pero ante ellas no podemos achicarnos, ni desistir, sino buscar superar el obstáculo teniendo fe en Dios, pues el siempre cumplirá su promesa, nunca dejara caído al justo, y el luchara por nosotros, nos beneficiara, contribuirá para que nuestra bendición llegue. No tengamos miedo a ningún gigante siempre que estemos con Dios y actuemos íntegramente haciendo las cosas bien, lograremos alcanzar la bendición.
OREMOS:
Padre bondadoso, agradecemos las bendiciones que nos renuevas cada vez, queremos seguir firmes en el camino de la bondad, cumpliendo tu voluntad del modo en que lo has previsto, oriéntanos para oponernos a aquellas cuestiones que contraríen los valores cristianos y permanecer alejados del mal, pues sabemos que deseas cuidarnos de la constante exposición a los ataques del enemigo. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen