Malaquías 1:6 ¨ El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?¨
Padre, te damos gracias por la persona que ahora está atendiendo a la lectura de la palabra, y compartiendo en esta hora, la revelación que nos has hecho mediante el análisis de tus dictados. Permite también, que las ideas que integran el texto, promuevan maravillosamente la satisfacción de necesidades personales de alimento espiritual, que incentivan al cambio.
Amados, entrar en desespero nunca es una opción, sino una condición que nos reta a tolerarla en cuanto la superamos, dentro de esto soportar un tiempo nos hará mas fuertes, pero también nos preparara para generar otras soluciones cuando carecemos de recursos en cualquier ámbito. Como hay tiempos de abundancia, también los hay de escasez, en todo caso siempre habrá una solución compatible con la situación que estemos pasando. Según lo relatado en el versículo bajo estudio, Dios se encontraba indignado porque el pueblo de Israel no le honraba, ni lo respetaba, ya que el padre debe tener su honra y el siervo respetar a su señor, pero despreciaban a Dios. Los israelitas vivían como que si Dios no existía, ignoraban sus orientaciones y mandamientos, en ese retrato podía verse al pueblo de Israel durante un periodo de tiempo. hora bien, ¡Si hoy tomásemos una fotografía de nuestra vida espiritual ¿Cual seria?, ¿Nos gustaría tal imagen?. Vamos a someternos a los mandamientos para honrar al padre, alegramos y glorificamos el corazón de Dios, cuando le obedecemos, dándole una gran satisfacción de esa manera. Vamos a respetar a las personas, obedezcamos a Dios, a medida de que el tiempo pase lograremos descubrir una mejor manera de vivir.
OREMOS:
Bondadoso padre, colocamos nuestra vida en tus manos, ayúdanos a cada instante, nos disponemos por siempre a aceptar que tu voluntad se haga en nuestras vidas, para ser buenos siervos. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen