Génesis 3:20 ¨Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.¨
Padre nuestro, este día traemos una grandiosa interpretación de tu palabra, con el objetivo de contribuir a causar cambios radicales en aspecto positivos para todos los que nos nutrimos de estos escritos, extiende tu bendición sobre el mismo, pues con este texto queremos alabarte, glorificarte y esparcir tu mensaje a través de este medio.
Amados, podemos demostrarle a Dios que estamos de acuerdo con su deseo de cambiar nuestra tristeza por gozo, cumpliendo obedientemente sus mandatos, otorgándole en todo momento la gloria y la honra por todos los resultados que obtenemos. Muchos pensamos que cuando nos ocurre algo aparentemente adverso en nuestras vidas, significa que nuestro padre nos ha olvidado, cuando en realidad es una preparación que se nos está dando, para en un futuro enfrentar y superar situaciones similares, actuando con las cualidades de paciencia, calma y mansedumbre, que deben estar presentes en la personalidad del cristiano. La biblia establece que antes del pecado Adán llamaba a su esposa de Mujer, o, Varona y después del pecado le dio el nombre de Eva, que en hebraico significa vida, superficialmente podemos apreciar una contradicción, debido a que fue por ella que se entró en el mundo del pecado y por la desobediencia surgió la muerte, entonces Adán le dice a Eva, así: ¨Vas a llamarte vida, pues a partir de las consecuencias del pecado generarás vida¨, Dios la vio y dijo: ¨El fruto del vientre de la mujer va a destruir a la serpiente del pecado¨ entonces del vientre de la mujer proviene la esperanza de vida, por eso el sinónimo de mujer es vida. La mujer es el aroma de la vida, siempre las mujeres son más espirituales que los hombres, ellas son más sensibles y tienen percepción mayor sobre acontecimientos, gracias a ellas nuestra sociedad es más bella, mas colorida y espiritual, todos los días son día de la mujer, hay que quererlas y evitar maltratarlas, valoremos a las mujeres.
OREMOS:
Bondadoso padre, pedimos tu misericordia sobre todas las mujeres, que ellas puedan ser valoradas como de hecho ellas lo merecen, que siempre tengan tu ayuda y favor. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen
INTERACTUEMOS:
Teniendo conocimiento de la enseñanza expresada en la Biblia sobre el punto en cuestión, cuéntenos lo siguiente:
¿Qué beneficio le trae aplicar esta palabra a su vida?
¿Cree que este conocimiento pudiera contribuir a mejorar sus andanzas por el camino de Dios?
¿Tiene algún comentario final sobre la lectura?