Marcos 8:3 ¨ y si los enviare en ayunas a sus casas, se desmayarán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos.¨
Señor todopoderoso, agradecemos por permitirnos otra vez compartir tu palabra bendita, indicando aplicaciones a la realidad actual, sobre cada versículo que compone la sagrada biblia, extiende tu gracia y bendición sobre el texto en desarrollo para que cumpla con los fines evangelizadores previstos.
Amados, tenemos la convicción de que este material esta llegando cada vez mas lejos, cumpliendo la finalidad para la cual es creado, que consiste en dotar de dirección a todas las almas perdidas, sin rumbo, que necesitan de una palabra de esperanza y cargada de amor para poder reenfocar sus maneras de actuar con el objeto de conseguir prosperidad entre otras bendiciones en su dia a dia, cuestión por la cual agradecemos a todos aquellos quienes comparten el material con sus contactos permitiendo que sea mayor el numero de personas beneficiadas por el mismo.. Este versículo nos relata sobre la preocupación de Jesus con la gente que tenia días sin comer y pensando si los mando a sus casas por el camino algunos pueden desmayarse, entonces Jesus prepara toda la cena, multiplicando los panes y peces por segunda vez, ese Jesus maravilloso, se preocupa de nuestras necesidades, el sabe exactamente por las cosas que hemos pasado, el sabe que tenemos hambre y sed de justicia, el sabe que tenemos hambre física, el sabe que tenemos necesidades, el sabe que tenemos problemas y dificultades, el sabe todas las cosas que requerimos, el sabe que va a proveernos en gran medida, solo requiere nuestra tranquilidad, no nos desesperemos solo seamos obedientes a sus mandatos, oremos, tengamos fe, esparsamos el material de la pagina por las redes sociales y todo lugar para que llegue las lejos el mensaje y logre beneficiar al projimo. Necesitamos ser obedientes a los mandatos del padre, estando alineados con el para que su obra se muestre en nuestras vidas.
OREMOS:
Padre de bondad, tu conoces todas nuestras necesidades, escucha nuestros clamores, libranos de todo mal y concedenos bendición en nuestras vidas. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.