Marcos 8:11 ¨ Vinieron entonces los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole señal del cielo, para tentarle.¨
Señor agradezco el privilegio de intentar tocar corazones por medio de tu palabra, permite que esta interpretación contribuya a direccionar del modo apropiado las conductas de aquellos a quienes va dirigido este mensaje. Amados, si llegaron a este sitio atiendan a esta palabra, pues es obra de Dios que ustedes sean capaces de conocer el texto que en esta oportunidad comparto y logren aplicarlo a sus vidas.
Amados, cada dia podemos y debemos crecer en el conocimiento bíblico, en el conocimiento de la palabra del señor, para que podamos ser direccionados hacia mejores resultados y de esta manera alabar al padre. El versículo de hoy es muy significativo, para nuestra reflexión, pues mucha gente invierte la lógica del Cristianismo, no es que el milagro el que va producir fe, sino que es al contrario, la fe produce el milagro, algunas personas imitan al Apostol Tomas al tener que ver primero para poder creer, pero Jesus nos dice: ¨ Bienaventurados aquellos que creen sin ver ¨, nosotros no debemos creer en el Señor Jesús simplemente por las cosas que ya hemos visto, ello es sobrenatural. Nosotros, por el contrario debemos creer que lo sobrenatural en algunos momentos dentro de la soberanía de Dios, puede o no ocurrir, pero esto no es determinante para nuestra creencia, la fe es la convicción de hechos que no se ven, en algún momento de nuestra caminada cristiana veremos un milagro, además nosotros seremos parte de ese milagro. Ahora nosotros necesitamos actuar de manera distinta a loos fariseos, pues no necesitamos ver milagros o pruebas, ejerzamos nuestra fe creyendo en el señor, obedeciendo sus mandatos.
OREMOS:
Padre de bondad, gracias por tantas cosas que nos das, pero sobretodo por tu compañía, jamas nos abandonas y eso es bueno, permanece con nosotros pues te amamos y muestra de ello es la obediencia firme que hacemos de tus mandatos, permite que fortalezcamos nuestra fe en ti. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.