Efesios 4:29 ¨Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca; sino la que sea buena y sirva para edificación, para que dé gracia a los oyentes.¨
Oh Señor, buscamos alimentar nuestra relación, siendo instrumento para tu obra en toda ocasión, en esta oportunidad ofrecemos una interpretación sobre el uso de la comunicación y la fe, la cual espero sea aprovechada al máximo por todos los hermanos que frecuentan este sitio. Bendícenos a todos.
Las palabras son por excelencia los códigos de nuestra expresión, la utilización de ellos puede determinar la dirección y el resultado final de una acción. Ellas son como clavos incrustados en un pedazo de madera, una vez insertos, si los retiras siempre dejan una huella imborrable. En ese sentido, hagamos buen uso de las palabras, expresándonos de manera positiva, mostrando amor para con nuestro prójimo, usando palabras que incentiven a las personas a mejorar, siempre dichas con delicadeza y dulzura, esta conducta nos facilitará en gran manera cada paso que demos en nuestro camino. No solo estamos dando una expresión de bondad, motivadora a nuestro prójimo, sino que también eso contribuye a sentirnos mejor con nosotros mismos, además, posiblemente esa interacción positiva pueda cambiar para mejor el día de esa persona. De igual manera, si agregamos la fé a nuestras palabras obtendremos grandes resultados, por ejemplo, para complementar la idea, mencionemos lo expresado en el Libro de Marcos, Versiculo 11:23 ¨ Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, más creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho.¨. Entonces, la fé es la herramienta que muestra la presencia de Dios en nuestra vida, que estamos junto a el, nos proveerá de la solución y el resultado acertado a nuestras situaciones.
OREMOS:
Padre celestial, luego de habernos deleitado en tu palabra, déjanos seguir tu ejemplo, dar amor al prójimo y ser reflejo de tu amor. Atiende a nuestro clamor, guíanos en la dirección exacta para tener una buena comunicación con nuestros semejantes, que cada palabra empleada surta efectos positivos tanto en la vida del prójimo, como en nuestra propia vida. Llévanos cada día a mejorar los aspectos de la vida para agradarte y hacer tu voluntad para glorificarte. Petición que te hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.