Marcos 5:22-25 ¨ Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, ¨-¨ y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá. ¨-¨ Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.¨
Padre, te doy gracias por la persona que ahora está atendiendo a la lectura de la palabra, compartiendo en esta hora, la revelación que nos has hecho mediante el análisis de tus dictados. Permite también, que las ideas que integran el texto, promuevan maravillosamente la satisfacción de necesidades personales de alimento espiritual que incentivan al cambio.
Amados, que cada momento podamos continuar en nuestra búsqueda de Jesucristo como camino para llegar al padre, esa búsqueda diaria hace toda la diferencia tanto en el ambiente donde nos desenvolvemos como en nuestras propias vidas trayéndonos bendición, pues siempre nos será dado aquello que nosotros entreguemos, recordemos esto para jamás cesar en nuestra entrega de amor. El los versículos de hoy se hace referencia a la historia de Jairo donde el imploro insistentemente, aquí notamos una devoción a Cristo donde Jairo se coloca en una posición de bendecido, pidiendo insistentemente y dejando a un lado su papel de líder en la iglesia. Jesus fue con Jairo por causa de su fe en las cosas de lo alto. Algunas personas hacen una oración, y no esperan la respuesta de Dios sino que intentan resolver a su manera el problema, eso no es fe, la fe persevera, el libro de Apocalipsis dice Aquel que persevera hasta el fin será salvo, por tanto clamemos al padre y tengamos fe en su conducción, en su poder, conforme a ello el lograra satisfacer nuestros pedidos. Entonces agrademos al padre confiando en el, una de las maneras de demostrar nuestra fe es pidiéndole con fervor.
OREMOS:
Padre de bondad, gracias por estar a nuestro lado siempre, porque premias nuestra fe con tu favor. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.